En un nuevo análisis sobre el desempeño de Colombia en medio de la pandemia, S&P Global Ratings entregó sus perspectivas sobre el trabajo que hacen las instituciones que deben liderar la planeación y ejecución de políticas económica y monetaria.
De acuerdo con la firma, las calificaciones para Colombia siguen reflejando una gestión macroeconómica prudente.
Adicionalmente, dice S&P que el país mantiene un tipo de cambio flexible, y sobre todo una política monetaria “creíble”. Hay que recordar que la agencia de calificación mantiene un BBB- con perspectiva negativa.
S&P dio a conocer cuáles pueden ser los factores que afecten el desempeño del país. Entre los más importantes destaca el hecho de que se mantenga una caída en los precios del petróleo, que “afectan el perfil externo de Colombia”, dice la agencia.
Llama la atención la firma sobre lo que pueda llegar a pasar con una nueva extensión de bloqueos por cuarentenas, en cuyo caso habrá una contracción “significativa de la producción durante ese año”.
De darse ese escenario, a S&P le preocupa lo que ocurra sobre la trayectoria de crecimiento del país a largo plazo. Hay que recordar que el Gobierno Nacional espera una recuperación “en forma de V” para 2021, con un aumento del 6,6 %, frente a la caída del 5,5 % que espera en 2020.
Aunque los más recientes resultados del seguimiento a la economía, que publica el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dan cuenta de una recuperación más “en forma de L”.
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Manuel Orozco, director y líder analista de S&P para América Latina, explicó que Colombia tiene otra serie de fenómenos que hay que analizar detalladamente.
Uno de ellos tiene que ver con la elección presidencial de 2022, que según Orozco crea un riesgo político por la polarización que hay que cuidar. “Igualmente vemos el anuncio sobre cambios fiscales como positivo, estamos esperando que el Gobierno diga qué va a tener en cuenta sobre la reforma fiscal. Seguimos analizando estas señales”, dijo Orozco.
Todavía así, recuerda S&P que Colombia enfrenta la crisis actual desde una posición fiscal “relativamente débil, que ha limitado su respuesta política”, concluye el análisis.
La agencia no se refirió a posibles fechas para revisión. Sin embargo, Valora Analitik ya había anticipado, el pasado 14 de julio que S&P advertía sobre una potencial baja de la calificación en los próximos 18 meses.
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