México recibe una nueva cita entre representantes de Nicolás Maduro y de la oposición de Venezuela, en el marco de los diálogos para encontrar puntos en común sobre las elecciones y las condiciones de estas, las sanciones internacionales que otros países han aplicado al régimen y la liberación de presos políticos.
La de este viernes tres de septiembre es una nueva ronda de conversaciones, después de que el pasado 13 de agosto las partes firmaran un memorando de entendimiento que, con los días, facilitó la liberación del diputado Freddy Guevara y el anuncio de los opositores de participar en los comicios legislativos de noviembre.
No obstante, las ambiciones que tienen las partes son mayores. Si bien ya está confirmada la participación de la oposición en las elecciones, a través de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), asociación que reúne a sus principales partidos y que en el pasado le arrebato importantes cargos al chavismo, todavía hay pendientes para conseguir cierta certeza de que la contienda se realizará en un escenario democrático.
El líder de la delegación de Maduro es el presidente de la Asamblea Nacional (oficialista y no reconocida por parte de la comunidad internacional) Jorge Rodríguez, quien también fue vicepresidente de Hugo Chávez y pertenece al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el mismo que tiene al régimen en el poder.
Del otro lado, las conversaciones están encabezadas por Gerardo Blyde, quien fue diputado del parlamento, alcalde del municipio de Baruta y ha calificado los diálogos como un proceso “trascendental” en la historia de Venezuela. Juan Guaidó, Leopoldo López y Henrique Capriles se han manifestado a favor de esta ruta.
Las elecciones regionales y municipales de Venezuela son el 21 de noviembre y los candidatos del régimen ya tienen cierta ventaja: mientras que los opositores apenas anotaron sus aspiraciones ante la autoridad. electoral hasta el pasado dos de septiembre, los oficialistas llevan semanas haciendo campaña. Estos últimos han participado en los comicios recientes, mientras que la oposición se negó a estar en esas citas en las urnas ante las inexistentes garantías democráticas.
Las dudas, sin embargo, permanecen latentes. En el pasado, cuando la oposición ganó cargos en el ámbito regional, el régimen creó la figura de “protectores” para esos estados, dejando sin funciones a las autoridades designadas por el voto ciudadano, como sucedió en 2017 en Anzoátegui, Bolívar, Mérida, Nueva Esparta y Zulia.
Además, en la actualidad la Asamblea Nacional (oficialista) está discutiendo la Ley Orgánica de Ciudades Comunales para la creación de estados comunales, una cuestión que transformaría por completo el sistema de Gobierno en las regiones.
En el Consejo Nacional Electoral hay cinco magistrados de los que dos no son afines al régimen. Esa proporción de dos a tres es un hito que no se había visto en los últimos años. Precisamente, uno de los motivos que ha alentado la desconfianza en el sistema venezolano es que los togados eran designados a dedo por autoridades de corte oficialista.
Las cuestiones que pide la oposición (elecciones democráticas libres y liberación de presos políticos) son asuntos que el régimen puede cambiar por su cuenta. En contraste, Maduro reclama que se retiren las sanciones internacionales contra el país, una medida que tomó Estados Unidos y que solo está en manos de un personaje: el presidente Joe Biden.
La emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela empujó a 5,6 millones de migrantes y refugiados a abandonar su país en los últimos años, los políticos socavaron la confianza del pueblo, la economía ha mostrado latentes signos de fracaso y la solución va más allá de unas elecciones legislativas. Empero, estas, sumadas al diálogo, pueden sentar bases para buscar otros cambios.
“Ese es nuestro objetivo central: lograr ese Acuerdo Integral que beneficie a todos. Que cuando lo logremos, nadie se sienta vencido y todos nos sintamos incluidos. Un acuerdo que nos dé garantías de convivencia política y democrática”, prometió Gerardo Blyde cuando se instaló la mesa de diálogo en México.
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