El Fenómeno de El Niño viene causando que en diferentes zonas de Colombia se presenten grandes incendios y sequías.
Y es que, en muchas ocasiones, no existen medidas preventivas que ayuden a mitigar el impacto de este fenómeno en el cambio climático, por lo que, al momento de combatir los incendios, no se cuenta con las herramientas necesarios para que puedan ser controlados a tiempo.
Ante dicha situación, Valora Analitik consultó a Juan Carlos Orrego, especialista en gestión de riesgos y cambio climático, con el fin de analizar cómo se deben utilizar los recursos dispuestos para combatir estas emergencias y cómo mitigar su impacto.
¿Cómo prevenir y mitigar los impactos a cuenta del Fenómeno de El Niño?
Orrego explica que, en realidad, lo que importa es el largo plazo y el mediano plazo, ya que es clave trabajar con mucha anticipación en esos casos.
“Cuando uno mira el tema de los incendios forestales, evidentemente hay unas acciones de manejo de emergencia, pero más que las acciones de emergencia, por ejemplo, están todas las capacidades que se tienen para alerta temprana, sobre el tema de incendios forestales, y eso demanda unos desarrollos de los territorios”, dijo Orrego.
Fortalecimiento de capacidades institucionales y manejo de recursos
“En Colombia tenemos 322 municipios sin cuerpos de bomberos, y muchos de los que hay existentes son voluntarios. Entonces, hay muchos de estos temas en los que es complejo improvisar a última hora. Lo más pertinente son las acciones que uno logra estructurar al cabo de dos a cinco años de gestión, y logra una maduración de capacidad”, señala Orrego.
Y agrega: “En materia de recursos ¿cuánto se debería invertir y darle un buen manejo? Como he tenido la oportunidad de manifestar en diferentes circunstancias, en realidad este, más que un tema de recursos, es un tema de capacidad de gobernabilidad y capacidad de coordinación”, explica Orrego.
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El experto también señaló que hay una idea equivocada sobre el uso de los recursos, porque si estos no se orientan bien, pueden convertirse en una dificultad para enfrentar estos sucesos.
En su concepto, lo que se requiere es fortalecimiento de capacidades de los municipios, distritos y departamentos para que puedan tener sus capacidades en forma adecuada.
Esto debe incluir a corporaciones autónomas regionales, secretarías de agricultura, secretarías de infraestructura y demás entidades públicas que tienen competencia con algunos de los sectores más afectados.
“La gestión de riesgos es un componente transversal del desarrollo, es desarrollo sostenible, pero el éxito de la gestión es que lo incorporemos en el quehacer. Es más, la forma como hacemos el desarrollo que inversiones extraordinarias, que muchas veces no logran tener el objetivo”, indica Orrego.
Gestión de recursos en El Niño
Colombia se enfrenta a una nueva generación de incendios forestales que son mucho más rápidos, más intensos y también más simultáneos.
“El hecho de tener al tiempo todos los incendios, nos da otro escenario de respuesta institucional. En las actuaciones frente al tema de incendios, por ejemplo, un tema que funciona son los sistemas de alerta temprana, la detección temprana de en qué sitio se está presentando, digamos, donde hay más sequía, hay más probabilidad que la masa boscosa pueda prenderse y que se esté siempre vigilando y atento a lo que pueda ocurrir”, señala Orrego.
Y agrega que esos sistemas de alerta funcionan a través de personas con binóculos observando en sitios adecuados, estando atentos a cualquier señal.
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De otro lado, son importantes también las acciones de las autoridades, sobre todo de Policía.
De otro lado, el experto agrega: “El hecho de que estemos expandiendo la frontera urbana y estemos cada vez más cerca de zonas boscosas, nos está exponiendo cada vez a mayores peligros. Entonces, ese cruce de interfaces que va de un lado a otro, debe considerarse en los procesos de ordenamiento territorial y eso hace parte de las medidas de reducción de riesgos”.
Para ello, se necesita un esfuerzo fiscal y la Nación está realizando inversiones de gran calado en gestión de riesgos, pero casi todo se está yendo a respuesta a emergencias.
“En Colombia tenemos una matriz que hay que cambiar la inversión pública en gestión de riesgos. Porque estamos invirtiendo del orden del 70 % de los recursos en acciones de respuesta a recuperación y en el mundo esa matriz de inversión, sobre todo en los países que lo hacen bien, es diferente. Hay que invertir mucho más en conocimiento de riesgos y en reducción para invertir menos en respuesta a emergencias”, expresa Ortega.
Sanciones para generadores de incendios
De otro lado, Orrego fue enfático en que es importante, frente al tema de incendios, fortalecer la persecución y castigo a los generadores de incendios.
“Ese es un tema que hay una coincidencia en diferentes estudios alrededor de eso. Por supuesto, el tema de pedagogía y de construcción de cultura, de gestión de riesgos es tema fundamental, yo creo que hay que prender las alertas ya en ese sentido”, explica Orrego
Es el tema del efecto que estamos teniendo para abastecimiento de agua; se está reduciendo a las velocidades absolutamente inquietantes, por lo menos, el tema de las cuencas abastecedoras de acueductos.
“Estábamos en 67 % hace 10 días, actualmente vamos en 50 % y ya estamos en 47% los embalses y los sistemas abastecedores, y si llegamos al 40 %, estaremos en problemas”, dijo el experto.
Por ello, es fundamental enfocarse en la cultura ciudadana para que la gente ahorre en los hogares el agua que desperdicia.
Inversión para prevención del cambio climático
En todo caso, el analista señala que las cifras de recursos invertidos de nivel nacional en emergencias son muy grandes.
Por ejemplo, con el Fenómeno de La Niña de 2021-2023 se invirtieron $2,2 billones. “Entonces uno dice $2,2 billones en pura respuesta a emergencia nos deben hacer replantear cómo está la calidad de ese gasto”, agregó.
Y ¿Cuánto le puede costar el impacto del Fenómeno de El Niño al país?
“Desde 1990, Colombia ya ha tenido una buena cantidad de experiencias Niño-Niña, y hemos, en muchos casos, hemos evaluado cuánto se ha afectado en el mundo”, añadió el experto.
Por su parte, el fenómeno Niño 97-98, fue estimado, en pesos actuales equivale a $3,9 billones en daños y pérdidas. También se hizo la evaluación del fenómeno La Niña 2015-2016 y tuvo un valor presente de los $4,4 billones de pesos en daños y pérdidas.
Así las cosas, para Orrego, el actual Fenómeno de El Niño podría llegar a tener efectos parecidos, incluso un poco más de los $4 billones en comparación con el de 2015-2016.
