El peso colombiano registró por primera vez en el año devaluaciones en el mes de abril, con una pérdida del 1,27 % frente al dólar estadounidense, la segunda más alta entre las principales divisas de América Latina, después de Argentina (9,34 %), según el análisis mensual de Valora Analitik.
Vale la pena recordar que en los últimos meses de 2024 y hasta febrero de este año el peso colombiano venía liderando la valorización frente al dólar entre las monedas de la región, junto con el real brasileño. Sin embargo, en marzo, mostró la variación más baja del mes entre sus pares: 0,42 %.
Abril comenzó con una tasa de cambio en mínimos que no se veían desde mediados de marzo, por debajo de los $4.115 (3 de abril), antes de repuntar y acercarse a los $4.450 (9 de abril). Luego cayó progresivamente hasta $4.185 el penúltimo día del mes.
El informe mensual del Banco de Bogotá explicó que la mayor percepción del riesgo fiscal, así como las menores expectativas del sector minero energético y de inversión extranjera, propiciaron la devaluación del peso respecto al dólar, después de llegar a tocar niveles mínimos de $4.479.
También jugó a favor la decisión del 31 de marzo del Banco de la República de mantener la tasa de interés estable en el 9,50 %, “lo cual fue bien recibido por el mercado, pues se percibió un mayor tono de independencia y también un mayor compromiso con la cautela”, según la entidad.
Y por el lado del riesgo fiscal, el informe destacó la decisión del Fondo Monetario Internacional de suspender la Línea de Crédito Flexible (LCF) a Colombia “por la ausencia de medidas para contener el desbalance fiscal” y el hecho de que en abril se vieron más ajustados los ingresos fiscales y el flujo de divisas por cuenta de las inversiones y exportaciones minero-energéticas.
¿Cómo les fue a las demás monedas de América Latina?
Las monedas de América Latina presentaron variaciones mixtas frente al dólar estadounidense en abril, lo que el Banco de Bogotá atribuyó a “riesgos idiosincráticos que presionaron de un lado y otro la confianza inversionista”.
La revaluación más alta la registró el peso mexicano (4,15 %), debido a un fortalecimiento global del dólar después de que un informe mostrara que la economía estadounidense se contrajo en el primer trimestre (-0,3 %), lo que incrementó el sentimiento de aversión al riesgo.
A esta le siguieron el real brasileño (1,47 %), que cayó el último día del mes tras alcanzar máximos de cuatro semanas, y el peso chileno (0,19 %), que perdió terreno tras la caída en los precios del cobre.
Finalmente, el sol peruano se devaluó un 0,01 % tras un registro consecutivo de 10 días a la baja, lo que los analistas atribuyen a el crecimiento de la economía peruana y la campaña electoral que empieza este año.
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