ANIF: Países que han entrado a la Ruta de la Seda no han tenido mayor crecimiento económico

Los países de América Latina crecen 0,86 puntos porcentuales menos después de su adhesión a la Ruta de la Seda, según ANIF.

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Un análisis de ANIF concluye que los países de América Latina y el Caribe que participan en la iniciativa de la Ruta de la Seda no han visto mayor crecimiento en su economía o exportaciones, ni una mejora en la balanza comercial con China.

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Según el más reciente informe semanal del centro de estudios económicos, la llamada Belt and Road Initiative (BRI) o Ruta de la Seda no necesariamente conduce a un patrón de comercio con China más balanceado, de hecho, “se observa un aumento de las importaciones desde dicho país en la región”.

Ruta de la Seda: crecimiento en LatAm
Fuente: ANIF.

Específicamente, los países de América Latina crecen 0,86 puntos porcentuales menos después de su adhesión a la Ruta de la Seda “quizás explicado por un aumento en el endeudamiento de los países que hacen parte de dicho programa, así como por la falta de transparencia de los programas de inversión”.

La semana pasada, el Gobierno confirmó que Colombia firmará su adhesión a la Ruta de la Seda con el objetivo de “convertirse en puente tecnológico entre América, Asia y Europa”, de acuerdo con el comunicado emitido por la Presidencia de la República.

ANIF aseguró que esta decisión, que ha sido adoptada por más de 140 países en el mundo, podría redefinir las prioridades económicas y diplomáticas del país en los próximos años.

“En un contexto de creciente incertidumbre global y transformaciones en las reglas del comercio internacional, este movimiento refleja la intención del gobierno colombiano de ampliar sus alianzas internacionales y acceder a nuevas fuentes de inversión y cooperación”, dice el informe.

Otros estudios citados por ANIF han puesto en evidencia que América Latina no es la principal región de destino de proyectos chinos, pues del total de inversiones acumuladas desde el inicio del BRI en 2013 (más de US$450 mil millones), solo el 2,5 % ha tenido como destino dicha región.

Además, un mayor acercamiento a China podría tensar la relación con Estados Unidos, principal socio comercial y aliado político de Colombia, como quedó demostrado con el pronunciamiento de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, que manifestó su oposición a que instituciones financieras internacionales realicen desembolsos para empresas con participación del gobierno chino en proyectos desarrollados en Colombia.

Los efectos de participar en la Ruta de la Seda

El centro de pensamiento ANIF advierte que Colombia debe tener una estrategia para buscar nuevos destinos de exportación en el Pacífico, incluyendo a China, pues “no es claro que la iniciativa de la Ruta de la Seda sea el instrumento adecuado”.

Ruta de la Seda: efecto económico en LatAm
Fuente: ANIF.

La Ruta de la Seda, a pesar de ser una de las apuestas de desarrollo global más ambiciosas de las últimas décadas, ha sido objeto de duras críticas en el mundo por la falta de transparencia en los contratos y, en algunos casos, escándalos de corrupción en la ejecución de proyectos, de acuerdo con ANIF.

Actualmente, China mantiene relaciones diplomáticas con 26 de los 33 países soberanos de América Latina y el Caribe y ha firmado memorandos de entendimiento o documentos de intención con 22 de ellos en el marco de la Ruta de la Seda, sin incluir a Colombia. Sin embargo, Brasil, México y Panamá (que estuvo, pero se retiró en 2017) se han resistido a adherirse formalmente en los últimos años.

En 2024, Colombia exportó a China US$2.377 millones e importó US$15.936 millones desde ese país, lo que se traduce en una balanza comercial deficitaria de más de US$13.500 millones. El gobierno Petro espera que la brecha se reduzca, pero ANIF cree que esta podría profundizarse si se empieza a sustituir producción nacional por bienes chinos que podrían ingresar a precios aún más bajos.

“Esto podría derivar en que las ventas colombianas hacia el exterior se concentren aún más en materias primas y bienes de bajo valor agregado. Así mismo, hay preocupaciones por una posible dependencia en materia económica, dado que varios países miembros de la BRI han enfrentado altos niveles de endeudamiento”, concluyó la organización.