Desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia de Argentina, en diciembre de 2023, la economía se ha fortalecido y ya se proyecta como el país con el mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año en la región.
Las acciones radicales del mandatario argentino -que han sido cuestionadas por algunos sectores de la sociedad- han volcado los indicadores hacia tendencia positiva. En el último año, la inflación pasó del país pasó de situarse en 271,5 % en junio de 2024 a 43,5 % en el más reciente dato de 43,5 % entregado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el mes de mayo.
La mejora de este dato, uno de los que más preocupaba a nivel económico, ha aumentado la confianza de las entidades multilaterales internacionales, prueba de ello es que en abril el Gobierno de Milei firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para un nuevo programa que contempla una financiación por US$20.000.
“El presidente llegó con un plan de ajuste que implementó y que ha funcionado. Sigue siendo alta, pero claramente se ve un ajuste a cuando él empezó su presidencia. El objetivo es bajarla a dos dígitos que es lo normal en la mayoría de países de la región y del mundo, que esté entre 0 % y 10 % y ahí es donde está el gran desafío”, afirmó Adrian Galarti, Profesor asistente de la universidad Javeriana.
A mediados de este mes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyectó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina sería uno de los que más crecería este en la región con un 5,2 % y 4,3 % en 2026.
Para el organismo, el consumo privado y la inversión continuarán recuperándose, sostenidos por mayores ingresos reales disponibles, condiciones de financiamiento más favorables y un entorno empresarial en mejora.
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Tras dos años de recesión, el Banco Mundial también espera que el crecimiento de la economía argentina compense el ritmo más lento que se va a evidenciar este año en otros países de la región como México, que se verá impactado por el actual contexto arancelario y su dependencia comercial de Estados Unidos.
Mientras que el pronóstico general es que la región de América Latina y el Caribe mantenga un alza de 2,3 % en 2025, Argentina sería la excepción y consolidaría una expansión de 5,5 % y de 4,3 % en 2026-2027.
¿Todo es bueno para Argentina?
Como destacan analistas internacionales, el Gobierno de Javier Milei ha sido el primero en toda la historia de Argentina que ha tenido un superávit fiscal desde que inició su mandato.
Los datos económicos actuales y las proyecciones dan cuenta de una mejora significativa del entorno que se mantendría, aunque moderadamente, en los próximos años. Sin embargo, el cumplimiento de tales metas fiscales y la corrección de la economía está teniendo consecuencias drásticas sobre un segmento de la población.
“El gran problema hoy es que la gente, o la mayor parte de la población, no está viendo esas mejoras. Hay grupos en la clase media y media-baja que no ven realmente ese avance todavía. Básicamente la economía de Argentina estaba siendo recesiva antes de Milei y lo que se está viendo hoy es más un tema de rebote de ese escenario tan malo y el desafío que se le viene ahora es garantizar ese crecimiento durante varios años”, explicó Galarti.
Este año, varios segmentos han manifestado sus molestias contra las políticas del Gobierno y se han movilizado en ese sentido. Grupos como docentes de universidades y trabajadores estatales que salieron de sus cargos por el recorte de gastos públicos, son algunos de ellos.
Médicos especializados y residentes de hospitales, que acumulan estudios de más de ocho y cuatro años, respectivamente, están recibiendo salarios mensuales de 800.000 pesos argentinos (US$670) y alegan que solo los alquileres les cuestan 400.000. Gran parte de las manifestaciones, tanto de ellos, como las del sector educativo alegan que si bien la inflación se ha reducido, el país sigue siendo muy costoso y los salarios no han crecido al mismo ritmo, por lo que se evidencia un rezago importante.
Para el analista internacional, Luis Alberto Villamarín, si bien la política económica de Milei es mucho más centrada y objetiva que la del kirchenrismo, “para catalogar de éxito sostenible de Milei, aún falta mucho trecho y mucho obstáculo por superar comenzando por sacar los casi US$250.00 millones que no pagan impuestos ni dinamizan la economía argentina”.
En ese sentido, expone que el presidente argentino no puede ni debe tomar medidas extremas. “Tendrá que atender a los sectores que se sienten afectados tales como los jubilados, consensuar soluciones y estructurar proyectos sólidos que prolonguen proyectos de Estado no de gobierno”.
Entretanto, el informe de la OCDE sobre perspectivas económicas comenta para el caso de Argentina que “la política monetaria deberá mantenerse restrictiva para asegurar que la inflación continúe su trayectoria descendente de manera firme”.
“La política fiscal debería consolidar el reciente ajuste exitoso mediante medidas de consolidación más sostenibles, para mantener resultados fiscales sólidos. Esto incluye la eliminación gradual de subsidios y el aumento de la eficiencia del sector público, al tiempo que se reemplazan los impuestos distorsivos por bases impositivas más amplias sobre la renta y el consumo. Los esfuerzos recientes para reducir la carga regulatoria impulsarán la productividad”, se lee en el documento.
