En Colombia el emprendimiento sigue siendo motor de crecimiento económico y una salida frente a los desafíos del mercado laboral. Sin embargo, las cifras muestran una paradoja: mientras cada año nacen cerca de 300.000 empresas, solo una de cada tres logra superar los cinco años de vida.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), en 2024 la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) del país superó el 23 %, ubicándolo entre los niveles más altos del mundo. No obstante, más del 60 % de esos nuevos emprendimientos surgen por necesidad, desempleo, bajos ingresos o informalidad, y no por identificar oportunidades de negocio.
Alta creación de empresas, baja permanencia
Cifras de Confecámaras muestran que en 2024 se crearon 297.475 empresas y se espera que en 2025 el número supere nuevamente las 300.000, impulsado por tendencias como el comercio electrónico, la digitalización y el uso de redes sociales como canal de venta. Sin embargo, ese dinamismo no se traduce en permanencia.
Entre los factores que explican esta alta mortalidad empresarial se encuentran:
- Falta de planificación: solo el 24 % de los nuevos negocios tiene un modelo estructurado, según iNNpulsa.
- Riesgos externos no gestionados: crisis económicas, robos, incendios, demandas o la pérdida de clientes clave afectan de manera desproporcionada a empresas pequeñas y poco preparadas.
- Errores financieros: mezclar cuentas personales con las del negocio y no llevar un control riguroso de gastos son prácticas comunes.
- Dificultad para escalar: muchos negocios dependen al 100 % de su fundador y carecen de estructura para crecer.
Mujeres y jóvenes son protagonistas
El informe también resalta un fenómeno social: los grupos que más están impulsando el emprendimiento son mujeres y jóvenes.
Ante la dificultad para encontrar empleo formal, los menores de 30 años están creando sus propios caminos laborales; en tanto, las mujeres buscan autonomía económica y formas de conciliar ingresos con responsabilidades de cuidado.
En ambos casos, los negocios emergen con un fuerte componente de propósito: sostenibilidad, bienestar, educación y cultura. Esto está dando lugar a una ola de empresas digitales y proyectos sociales en sectores como fintech, salud digital, turismo de experiencias y moda.
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Retos para 2026: hacia emprendimientos más sólidos
El desafío está en convertir esa energía emprendedora en negocios sostenibles. Para los analistas del ecosistema empresarial, hay cuatro claves:
- Conectar con las tendencias de mercado: inteligencia artificial, comercio social, sostenibilidad y bienestar son sectores que seguirán creciendo.
- Formación y acompañamiento: acceso a programas de capacitación, mentoría y educación financiera desde etapas tempranas.
- Gestión de riesgos: prever los riesgos internos y externos que pueden frenar la operación y, en lo posible, transferirlos.
- Red de apoyo: integrarse a ferias, cámaras, redes de emprendedores y espacios de conexión que les permitan ganar visibilidad y aliados.
En este contexto, algunos expertos insisten en que, junto con la formación y la planeación, los emprendedores deberían considerar herramientas de gestión de riesgos desde etapas tempranas. Opciones como pólizas para pequeñas y medianas empresas, que cubren incidentes como incendios, robos o daños a equipos, permiten reducir la vulnerabilidad de los negocios frente a imprevisto.
“No se trata solo de acompañar a las empresas cuando ya están consolidadas, sino desde las primeras etapas, cuando más expuestas están”, explica Camilo Rodríguez, vicepresidente técnico de HDI Seguros, al señalar que contar con mecanismos de protección puede ayudar a que los negocios tengan bases más sólidas.
¿Cómo dar el salto?
El dinamismo emprendedor en Colombia es evidente, pero las cifras confirman que el desafío está en pasar de la creación de empresas a su permanencia en el tiempo. Más allá de políticas públicas que incentiven la formalización y el acceso a financiamiento, la permanencia de los negocios dependerá de su capacidad para planificar, innovar y gestionar riesgos en un entorno cada vez más competitivo.