En el Congreso de Movilidad Sostenible 2025, organizado por Andemos, el Gobierno y los gremios coincidieron en la urgencia de transformar el parque automotor colombiano, pero también dejaron ver los desafíos que enfrenta la transición hacia una movilidad baja en carbono.
La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, abrió el encuentro diciendo que el país debe hacer todos los esfuerzos posibles para reducir el número de motocicletas de combustión y fomentar medios más limpios.
“Queremos más bicicletas, más motocicletas eléctricas, más patinetas. La movilidad individual también es importante”, afirmó. Sin embargo, reconoció que la verdadera meta está en fortalecer el transporte público sostenible: “Lo ideal, por supuesto, es que trabajemos a fondo en alternativas sostenibles de transporte público. Pero en Colombia, prácticamente toda la bonanza —incluso la petrolera— se malgastó. Hicimos el peor negocio del mundo”.
El diagnóstico, según la jefe de cartera, es que el 63 % del parque automotor, cerca de 20 millones de vehículos, son motocicletas, y el 98% de la flota nacional depende de combustibles fósiles. Además, la edad promedio de los vehículos en el país es de 19 años. “Algo tenemos que hacer, y mucho”, enfatizó la ministra.
Seguridad vial y salud pública
El tema de la seguridad vial también ocupó buena parte del debate. Los accidentes de tránsito siguen siendo la principal causa de muerte en Colombia, con un alto impacto en jóvenes y acompañantes de motociclistas.
A ello se suma el costo humano y económico de la contaminación del aire, que representa $11,6 billones anuales, más del 1 % del PIB, y está directamente relacionada con enfermedades respiratorias agudas, especialmente en ciudades como Bogotá.
La renovación del transporte
La funcionaria destacó avances normativos como el Decreto 1017 de 2025, surgido de los acuerdos con los transportadores durante el paro del año pasado, que busca mejorar las condiciones para la reposición de vehículos y crear incentivos a la modernización.
“El transporte es el tercer mayor generador de gases de efecto invernadero en el país, con 42 millones de toneladas de CO₂ al año, y consume el 4 2% de la energía nacional”, señaló. Por eso, insistió en que la transición energética “no es solo un tema de cómo producimos la energía, sino también de cuánto consumimos”.
El Gobierno, recordó, mantiene compromisos ambiciosos: reducir el 51 % de las emisiones para 2030, alcanzar el carbono neutralidad en 2050 y disminuir en 40 % el carbono negro respecto a 2014.
El papel del Fopac y los incentivos eléctricos
Entre las acciones concretas, la ministra destacó el Fondo para la Promoción de Acceso Tecnológico (Fopac), creado por la Ley 2169 de 2021 y reglamentado en 2024, que busca impulsar la innovación en flotas y la modernización del transporte público.
El Fopac tiene cuatro subcuentas estratégicas: taxis eléctricos y sostenibles, carga liviana y pesada, y apoyo a sistemas de transporte público cofinanciados por la Nación.
Actualmente, está abierta una convocatoria para la renovación de taxis eléctricos, con un incentivo que cubre $34,5 millones o el 30 % del valor del nuevo vehículo. También se prevé apoyo para infraestructura de recarga, aunque la ministra advirtió que “aún falta mayor compromiso de los gobiernos locales y del sector privado”.
A septiembre de 2025, Colombia cuenta con más de 31.000 vehículos eléctricos y 165.000 híbridos, lo que representa el 75 % del cumplimiento de la meta anual. “La movilidad sostenible ya no es del futuro, es del presente”, afirmó.
El llamado de los gremios
Desde el sector automotor, Andrés Chaves, presidente de Andemos, pidió que la movilidad sea una política de Estado y no de gobierno, con reglas estables, coherencia y seguridad jurídica.
“Este año superaremos las ventas en más de un 25 %. Pero frente al debate político, es urgente priorizar la movilidad y poner en el centro al usuario, reconociendo la geografía colombiana”, dijo.
Chaves advirtió que la interlocución con el Gobierno “ha sido difícil por las incoherencias”, aunque valoró la disposición al diálogo en el último año.
También señaló que Colombia lidera en penetración de vehículos eléctricos e híbridos en la región, pero representa solo el 0,2 % de las ventas mundiales. “La carga fiscal es grande. Lo que necesitamos es facilitar el acceso y democratizar el carro como una herramienta real. Una política de renovación —con incentivos adecuados— que promueva la sostenibilidad”, afirmó.
El dirigente expresó sorpresa por la eliminación de algunos incentivos a la movilidad limpia y pidió ajustar decisiones recientes:
“Si las políticas siguen siendo gravosas para los ciudadanos, nos vamos a ver marginados de las nuevas tecnologías. Tenemos que hacer asequible el vehículo que esté al alcance de las necesidades y posibilidades de la gente”.
El reto ahora es avanzar con coherencia, recursos y compromiso conjunto —del Estado, la empresa privada, la banca y los territorios— para que la transición llegue a todos los rincones del país.