La posibilidad de que Colombia albergara el prestigioso Gran Premio de la Fórmula 1 en Barranquilla se desvaneció, a pesar de que la máxima categoría del automovilismo internacional había dado su visto bueno.
El piloto colombiano Juan Pablo Montoya, actor clave en las gestiones, confirmó que el proyecto estuvo “95 % hecho” y que, a pesar de la aprobación de la Fórmula 1 y la visita de miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a la capital del Atlántico, la iniciativa se derrumbó.
Montoya, en recientes declaraciones públicas, lamentó que la oportunidad ahora sea “imposible de concretar”, señalando que solo faltaban algunas firmas y documentos en el momento en que “era muy fácil asegurar la carrera”.
El piloto bogotano estimó, en una entrevista con un podcast de As, que en su momento existía un “90 % de que la carrera se hiciera y 10 % que se cayera… Y se cayó”. La cruda realidad es que Colombia dejó escapar la posibilidad de ingresar al calendario de la F1 para la temporada de 2026, un cupo que finalmente fue aprovechado por la ciudad de Madrid, España.
Para dimensionar el impacto, el Gran Premio de Fórmula 1, que se celebrará en Madrid a partir de 2026, proyecta generar un impacto económico de 4.500 millones de euros, una cifra que incluye un retorno de más de 500 millones de euros para la capital española.
Este evento automovilístico en España también se calcula que atraerá a 800.000 turistas y creará alrededor de 8.200 empleos directos, un beneficio multimillonario que Barranquilla no podrá capitalizar.
¿Por qué se perdió Barranquilla el GP de Fórmula 1?
La Fórmula 1, bajo el liderazgo de su presidente Stefano Domenicali, manifestó un interés real en expandirse al Caribe y Latinoamérica, mirando a Barranquilla como el escenario ideal para el denominado Gran Premio del Caribe.
El alcalde de Barranquilla en su momento, Jaime Pumarejo, mencionó que la mayor parte de la inversión sería privada, con ingresos importantes derivados de la venta de boletería, patrocinios y paquetes turísticos, sumado a la construcción de un edificio multipropósito (los boxes) que serviría como centro cultural y educativo las 50 semanas restantes del año.
No obstante, la falta de consolidación del apoyo y la documentación requerida por parte de Colombia, según Montoya, sentenció la aspiración.
El Gran Premio de Madrid 2026: El espejo de lo que pudo ser en ‘la arenosa’
La comparación con Madrid 2026 es el contraste más contundente de la oportunidad desaprovechada por Barranquilla. Los datos de la capital española evidencian el calibre de evento que Colombia dejó en la mesa. La repercusión económica de la F1 en Madrid se calcula en un aumento del 0,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad.
Una de las curiosidades más notables, señalada por el propio Juan Pablo Montoya, es que el Gran Premio de Madrid es, esencialmente, la carrera que se estaba diseñando para Barranquilla: “Lo que va a pasar a Madrid iba a ser aquí. Cuando alguien vaya a una carrera de Fórmula 1 en Madrid va a decir: ¡ah, juemadre! Eso pudo ser en Barranquilla”.
El circuito de Madrid, que será parcialmente urbano y pasará por el recinto ferial Ifema, requirió una inversión estimada de alrededor de 100 millones de euros solo en obras para su infraestructura inicial.
El proyecto barranquillero, por su parte, estimaba una construcción similar en una pista semiurbana en las afueras de la ciudad, con costos que, según antecedentes como el Circuito de las Américas en Austin, Texas, pueden ascender a los US$400 millones para un autódromo permanente.
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Aunque el modelo de Barranquilla sería principalmente financiado con inversión privada, la magnitud de las cifras perdidas, como los 800.000 turistas que espera Madrid, comprueba el potencial impacto que habría transformado la economía y el turismo en la Costa Caribe.