Relevante | Senado de EE. UU. aprueba acuerdo que pone fin al shutdown gubernamental más largo de la historia

El cierre del gobierno federal afectó a 1,5 millones de empleados y amenazó con costar hasta 1,5 % del PIB.

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Tras 40 días de parálisis gubernamental, el Senado de Estados Unidos alcanzó un acuerdo bipartidista este domingo nueve de noviembre que pone fin al shutdown más largo de la historia del país, superando incluso el cierre de 35 días ocurrido durante el primer mandato del presidente Donald Trump entre 2018 y 2019.

El acuerdo, que financiará al gobierno federal hasta el 30 de enero de 2026, se logró después de que dos senadores demócratas cedieran en las negociaciones, permitiendo alcanzar los 60 votos necesarios en la Cámara Alta para aprobar la legislación de financiamiento.

El cierre había comenzado a las 12:01 a.m. del 1 de octubre de 2025, tras la incapacidad del Congreso de aprobar el presupuesto correspondiente al año fiscal 2026.

 

El costo del impasse político

El cierre afectó aproximadamente a 800.000 empleados federales suspendidos temporalmente y otros 700.000 que trabajaron sin remuneración inmediata, además de contratistas privados y programas federales esenciales.

Según Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, el impacto económico fue severo: Goldman Sachs calculó que el shutdown costó alrededor del 1,5 % del PIB, una cifra que podría haberse incrementado de haberse prolongado más tiempo.

Los efectos se sintieron en múltiples sectores. La falta de controladores aéreos causó cancelaciones masivas de vuelos en aeropuertos de todo el país, mientras que 42 millones de estadounidenses que dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) enfrentaron incertidumbre sobre sus beneficios alimentarios después de que el financiamiento expirara el primero de noviembre.

El Departamento de Agricultura logró mantener una financiación parcial usando fondos de emergencia, aunque advirtió que la ayuda podría demorarse semanas o meses.

Adicionalmente, la Casa Blanca anunció el despido de al menos 10.000 empleados federales durante el cierre, con más de 4.000 despedidos al 10 de octubre según documentos judiciales del Departamento de Justicia. Los departamentos más afectados fueron Tesoro, Salud, Educación y Vivienda.

 

El núcleo del conflicto: Obamacare y política sanitaria

El estancamiento político giró principalmente en torno a la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (Obamacare). Los demócratas exigían la extensión de los subsidios del programa que expiran este año y la reversión de recortes en materia sanitaria incluidos por Trump en la gran ley de rebaja fiscal y presupuestaria. Los republicanos, por su parte, se negaban a negociar estos temas mientras persistiera la paralización, argumentando sin pruebas que el programa beneficia a inmigrantes indocumentados.

El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, mantuvo presión constante para alcanzar un acuerdo, declarando que la Cámara permanecería en sesión indefinidamente hasta reabrir el gobierno. "Nos mantendremos en sesión hasta que el gobierno vuelva a funcionar", afirmó Thune durante las negociaciones finales.

 

Los términos del acuerdo

Según reportes de CNN, The New York Times y The Washington Post, el acuerdo bipartidista incluye varios componentes clave:

– Financiamiento del gobierno federal hasta el 30 de enero de 2026

– Separación de la votación sobre Obamacare, que se realizará en diciembre

– Recontratación de los empleados federales despedidos durante el cierre

– Pago retroactivo para los empleados en licencia forzosa

– Tres proyectos de apropiaciones anuales completos que cubren construcción militar y asuntos de veteranos, el poder legislativo y el Departamento de Agricultura

– US$203,5 millones en nuevos fondos para reforzar la seguridad y protección de los miembros del Congreso

 

El factor electoral y la presión pública

Las negociaciones se vieron complicadas por múltiples factores políticos. El senador republicano Lindsey Graham predijo que "esta locura termina hoy" debido a que la tensión del cierre récord estaba "saliendo al revés" para los demócratas, con empleados federales sin cheques de pago, estadounidenses perdiendo beneficios de cupones de alimentos y cancelaciones de vuelos en todo el país.

Sin embargo, las encuestas mostraban que la mayoría de estadounidenses atribuían la responsabilidad del cierre principalmente a los republicanos, que controlan tanto la Cámara de Representantes como el Senado y la presidencia.

Esta percepción, sumada al reconocimiento del propio Trump ante republicanos del Senado de que el cierre estaba perjudicando políticamente a su partido, aceleró las negociaciones finales.

 

Un patrón recurrente

Este fue el vigésimo primer cierre de financiamiento y el undécimo cierre gubernamental en la historia moderna de Estados Unidos, el tercero bajo una presidencia de Donald Trump y el primero desde el cierre de 2018-2019.

La Cámara de Representantes, que no se había reunido desde el 19 de septiembre, completó 47 días sin actividad, el periodo más largo de suspensión fuera del verano o periodos electorales desde al menos 1971.

Con el acuerdo alcanzado, el gobierno estadounidense podrá reanudar operaciones normales, aunque la batalla por los subsidios de Obamacare se librará en diciembre, cuando el Senado vote sobre su extensión sin garantías de aprobación dada la oposición de Trump a estos subsidios.