El histórico Club Unión avanza en un proceso de transformación estratégica que lo posiciona nuevamente como el epicentro de la conversación publico privada.
Después de llegar a tener más de 1.600 socios en la época dorada del Club cuando estaba ubicado en el centro de Medellín, la base social llego a caer a 77 socios de cuota plena en los años posteriores a la pandemia. El Club logro sobrevivir gracias al esfuerzo y compromiso de su equipo de trabajo, la junta directiva y los socios que aún se mantenían.
Desde mediados de 2023, el Club Unión Medellín —una institución con más de 130 años de historia— inició un proceso de renovación profunda. Lo que comenzó como un ejercicio de ajuste interno, hoy se consolida como un modelo de transformación con resultados tangibles en cuanto posicionamiento de mercado e infraestructura de servicios.
Bajo el liderazgo de Juan David Pérez Ortiz, gerente general desde 2023, y con el respaldo de su Junta Directiva, el Club emprendió una ruta de modernización que busca adaptarse a las dinámicas actuales del entorno corporativo, sin perder su esencia como símbolo de tradición y encuentro.
El propósito es claro: convertir al Club Unión en el principal punto de conexión entre empresarios, ejecutivos, emprendedores y líderes de diferentes generaciones.
Una estrategia corporativa con visión y propósito
En 2024 se lanzó la estrategia “En el Club Unión están pasando cosas”, un plan integral orientado a revitalizar el modelo de negocio, mejorar la experiencia de los socios y reposicionar al Club en la agenda empresarial de Medellín.
El enfoque combina planeación estratégica, liderazgo humano y gestión por resultados, bajo tres pilares definidos:
- Mercado: vincular nuevas audiencias empresariales y fortalecer la comunidad de negocios.
- Infraestructura: modernizar los espacios físicos y tecnológicos con criterios de sostenibilidad y confort.
- Excelencia operacional: garantizar una experiencia de servicio coherente con los estándares de la alta dirección corporativa.
“La verdadera transformación no ocurre en los manuales, sino en las personas. Hemos trabajado con los equipos internos para construir una cultura de excelencia y servicio que refleje el valor del Club Unión como institución de ciudad”, explica Pérez Ortiz.
Un modelo empresarial que atrae nuevas generaciones
Uno de los grandes hitos del proceso ha sido la creación de las Membresías Empresariales, un esquema flexible que permite a las compañías afiliarse sin necesidad de adquirir acción, incluyendo cinco cupos para sus ejecutivos.
Gracias a este modelo, 60 nuevas empresas de diversos sectores se han vinculado al Club.
El resultado: una comunidad de líderes jóvenes y consolidados que utilizan los espacios del Club como plataforma de networking, inspiración y negocios.
Esta iniciativa ha permitido dinamizar los ingresos, diversificar la base de usuarios y fortalecer el papel del Club Unión como hub empresarial del Valle de Aburrá, aprovechando su ubicación estratégica.
El Club Unión llevaba más de 15 años sin una renovación integral. Por eso, la administración puso en marcha un plan de inversión en infraestructura financiado mediante una cuota extraordinaria temporal, exclusiva para proyectos de modernización.
Las intervenciones incluyeron la renovación de salones, actualización tecnológica y audiovisual, mobiliario contemporáneo, nuevos espacios para teletrabajo y reuniones, además de una oferta gastronómica rediseñada con un nuevo bar y terrazas abiertas.
Estas mejoras no solo responden a criterios estéticos, sino a una visión estratégica: el espacio físico como herramienta de competitividad y experiencia.
Excelencia operacional: del servicio a la cultura
El Club Unión ha adoptado un enfoque de excelencia operacional, entendido como una cultura que atraviesa todas las áreas: servicio, mantenimiento, administración, y alimentos y bebidas.
La implementación de prácticas de mejora continua, el fortalecimiento de la comunicación interna y el liderazgo colaborativo han permitido consolidar procesos más eficientes, reducir tiempos de respuesta y elevar los estándares de calidad.
Además, la programación cultural y académica —con conferencias empresariales, exposiciones itinerantes y alianzas con clubes nacionales e internacionales— ha fortalecido el sentido de comunidad, proyección y pertenencia entre los socios.
A su vez, el proceso de transformación del Club Unión también se ha caracterizado por una gestión financiera prudente y orientada a la sostenibilidad.
Cada inversión, renovación o proyecto ha sido evaluado bajo criterios de viabilidad económica, retorno institucional y equilibrio operativo, buscando que el crecimiento no comprometa la estabilidad futura del Club.
“La sostenibilidad no se logra solo con ingresos crecientes, sino con decisiones responsables. Cada peso invertido debe traducirse en valor real para los socios y en un modelo de operación eficiente y perdurable”, señala Pérez Ortiz.
La modernización del Club avanza a un 60 %. A su vez, para el año 2026 se cuenta con un plan de trabajo para llegar al 100 %. Sin embargo, también es cierto que hay compromisos del pasado con proveedores que le dieron la mano al Club en tiempos difíciles, que hay que seguir honrando.
Hoy, el Club Unión Medellín reafirma su compromiso con la ciudad: ser un espacio donde la tradición y la innovación se encuentran para generar progreso colectivo.
“Estamos construyendo el Club Unión del futuro, sin perder el legado de quienes lo hicieron grande. Queremos que siga siendo un símbolo de excelencia, conexión y sostenibilidad institucional”, concluye Pérez Ortiz.
Así, el histórico Club se prepara para su siguiente capítulo: ser la casa natural del liderazgo empresarial en Medellín.




