Un cambio importante se implementará en la moneda mexicana tras la decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de modificar la composición metálica de las monedas de 1, 2 y 5 pesos. La medida fue formalizada mediante una resolución publicada recientemente, con el objetivo de optimizar los procesos de acuñación y mejorar la durabilidad de las piezas en circulación.
De acuerdo con el documento, las monedas actuales tienen un núcleo elaborado con una aleación de bronce y aluminio. Con la nueva disposición, ese núcleo será reemplazado por uno de acero recubierto con una capa de bronce, lo que implicará también un ajuste en los diseños vigentes. Este cambio responde a criterios técnicos y económicos que buscan reducir los costos de producción y extender la vida útil de las monedas, manteniendo su valor y características de uso.
Cabe recordar que esta propuesta fue presentada previamente por la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), que evaluó distintas alternativas para mejorar la eficiencia en la acuñación. Tras dicho análisis, la SHCP consideró procedente adoptar la recomendación del banco central, con el fin de garantizar una fabricación más sostenible y de menor desgaste con el paso del tiempo.

¿Cuándo estarán listas las nuevas monedas?
La resolución fue firmada el 2 de julio por el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y establece que las modificaciones entrarán en vigor el 12 de julio. No obstante, la emisión y puesta en circulación de las nuevas monedas se prevé para el año 2026.
Las piezas actuales, elaboradas con la composición anterior, conservarán su valor y podrán seguir utilizándose en las transacciones cotidianas hasta que Banxico inicie su retiro gradual del mercado. De esta manera, el cambio no afectará la validez del circulante existente, sino que marcará una transición paulatina hacia una nueva generación de monedas más resistentes y de producción más eficiente.




