Los pilotos de Fórmula 1, como Lewis Hamilton, no solo generan ingresos por sus contratos deportivos y patrocinios. También están monetizando una audiencia digital que, según un estudio de Fanatix, incluye millones de seguidores falsos.
Este análisis identificó que los veinte pilotos de la parrilla cuentan con una proporción relevante de ‘bots’ entre sus millones de seguidores en Instagram, un factor que, aunque no altera la interacción real, sí incrementa el valor comercial de sus publicaciones.
De acuerdo con Fanatix, Lewis Hamilton, el piloto con mayor alcance en redes sociales dentro de la F1, registra más de 41,6 millones de seguidores, de los cuales 11,5 millones son cuentas automatizadas o inactivas.
Aun así, estos perfiles inflan su valor comercial: cada publicación del piloto británico puede alcanzar 113.890 euros, y 31.707 euros provienen de interacciones asociadas a seguidores falsos.
En el caso de Max Verstappen, actual campeón del mundo, su audiencia asciende a 16,7 millones de seguidores, con 3,1 millones de ‘bots’, equivalentes al 18,6 %. Esto le permite generar 45.000 euros por publicación, de los cuales 8.500 euros derivan de actividad de cuentas no auténticas, según el mismo análisis.

Charles Leclerc, con 21,2 millones de seguidores, registra una de las tasas más bajas de ‘bots’ entre los pilotos analizados, pero aun así suma 3,3 millones de seguidores falsos. Su valor por publicación asciende a 58.000 euros, y cerca de 9.000 euros son atribuibles a los bots identificados por Fanatix.
Los pilotos ganan millones, pero también monetizan ‘bots’ en Instagram
Más allá de los ingresos por sus equipos, los pilotos están convirtiendo su presencia digital en una línea secundaria de monetización. Y aunque los ‘bots’ no son una fuente de ingresos “real” en el sentido tradicional, sí contribuyen a inflar su valor ante las marcas, que pagan en función del alcance total.
Uno de los casos extremos es Fernando Alonso. El piloto español cuenta con 7,6 millones de seguidores y una tasa de ‘bots’ del 34,5 %, equivalente a 2,6 millones de cuentas falsas.
Cada publicación del piloto genera alrededor de 20.000 euros, con 7.100 euros provenientes de interacciones impulsadas por seguidores falsos.
Como punto de comparación, Hamilton y Verstappen tienen más ‘bots’ que la población total de ciudades como Lisboa o Monterrey. Incluso Alonso, con 2,6 millones de seguidores falsos, iguala la población total de Medellín.

Las escuderías también aprovechan los ‘bots’: Cifras y valoraciones
El estudio de Fanatix no se centró únicamente en pilotos. Las escuderías de Fórmula 1 también acumulan un número relevante de seguidores falsos, lo que impacta el alcance de sus publicaciones y el valor que pueden ofrecer a sus patrocinadores.
McLaren, actual líder del campeonato, suma 16,2 millones de seguidores, de los cuales 4,6 millones son ‘bots’. Ferrari, una de las marcas deportivas más valiosas del mundo, presenta una proporción de seguidores falsos cercana al 25 %.
Pese a eso, su estructura de ingresos no depende de Instagram: la escudería está valorada en 4.700 millones de euros.
La presencia de seguidores falsos no es un fenómeno exclusivo de la Fórmula 1, pero sí está teniendo un peso creciente en la forma en que los pilotos negocian acuerdos comerciales.
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Fanatix advierte que estas cifras podrían aumentar durante eventos de alto impacto como el Gran Premio de Las Vegas, donde históricamente se incrementan los picos de seguidores falsos por campañas automatizadas vinculadas a apuestas, reventas de entradas y páginas de contenido duplicado.




