Cusezar proyecta crecimiento del 50 % en ingresos en 2025 y prepara expansión hacia Cartagena en 2026

En Bogotá y Cali la compañía se mueve entre los primeros cinco a ocho desarrolladores del mercado

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El 2025 marcó un punto de inflexión para el sector de la construcción de vivienda en Colombia. Tras dos años de contracción por el fin de los subsidios de Mi Casa Ya, la inflación y las altas tasas de interés, el mercado volvió a mostrar señales claras de recuperación.

Así lo asegura Susana Peláez, gerente general de Cusezar, quien afirma que la compañía tendrá uno de sus mejores cierres recientes y prevé un 2026 con una dinámica incluso mayor.

Según Peláez, la recuperación del mercado ha estado impulsada por la reducción de las tasas de interés, el compromiso de la banca con el crédito hipotecario y la entrada de nuevos subsidios regionales, especialmente en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cartagena. Estas ayudas locales han compensado la ausencia de Mi Casa Ya durante el año y permitieron reactivar la vivienda, particularmente en el segmento VIS.

El mercado nacional está cerrando los últimos 12 meses con alrededor de 150.000 viviendas vendidas, cercanas a los $50 billones. Aunque la cifra aún está por debajo del pico registrado en 2021, Peláez destaca que la tendencia ya es claramente positiva. Para Cusezar, la recuperación ha sido más marcada: las ventas de vivienda VIS crecieron 125 %, el segmento No VIS aumentó 8 % y los ingresos totales entre $550.000 y $560.000 millones representan un incremento del 48 % frente a 2024.

La compañía se ubica entre los puestos 16 y 18 a nivel nacional por ventas, pero en Bogotá y Cali se mueve entre los primeros cinco a ocho desarrolladores del mercado.

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A pesar del mejor panorama, el cierre financiero sigue siendo uno de los mayores retos. Las familias, especialmente las de vivienda VIS, tienen dificultades para completar la cuota inicial en un entorno aún desafiante por el costo de vida y los niveles de endeudamiento. Peláez explica que las constructoras han debido flexibilizar planes de pago, extender plazos y acompañar a los compradores en procesos con los bancos, aunque los desistimientos siguen en niveles altos, alrededor del 30 %, similares a los de 2024.

Cusezar
Cusezar busca seguir creciendo en Colombia. Foto: Cusezar

Bogotá, que aprobó 75.000 subsidios para este cuatrienio, ha sido determinante en la reactivación. Mientras a nivel nacional el licenciamiento cayó 12 %, en la capital aumentó 91 %, reflejo de una mayor coordinación entre sector público y privado. Cusezar ha visto un comportamiento especialmente fuerte en sus proyectos VIS y en sus desarrollos de renovación urbana, entre ellos Murales, en el centro de la ciudad.

Expansión hacia Cartagena y relanzamientos en Bogotá

Para 2026, Cusezar prepara su llegada a Cartagena con un proyecto de 1.200 viviendas VIS en Serena del Mar, que será lanzado en enero. Peláez destaca que este macrodesarrollo ofrece un urbanismo de alta calidad, equipamientos educativos y de salud, vías nuevas y un diseño urbano que difícilmente podría igualarse en un proyecto VIS típico. El precio de venta dependerá de la actualización del salario mínimo.

La compañía también regresará con un lanzamiento importante de vivienda No VIS en la zona de La Felicidad, en Bogotá, un mercado en el que tuvo presencia durante años y que sigue mostrando demanda por espacios amplios y zonas comunes robustas. Con estas incorporaciones, Cusezar proyecta que sus ventas en 2026 llegarán a entre $700.000 y $750.000 millones, lo que implicaría un crecimiento cercano al 30 %.

Renovación urbana, sostenibilidad y fortalecimiento financiero

La gerente destaca que la renovación urbana será uno de los motores del sector en los próximos años, especialmente con la habilitación de nuevas zonas bajo el POT 555 de Bogotá.

La reciente actuación estratégica aprobada para la zona industrial abre oportunidades relevantes y permitirá integrar vivienda, comercio y desarrollo logístico. Cusezar también participa en proyectos en el entorno del futuro aeropuerto, donde se prevé una combinación de usos que incluye vivienda y un parque logístico de gran escala.

En sostenibilidad, todos los proyectos de la empresa buscan certificación EDGE del IFC, y en macrodesarrollos se avanza hacia estándares LEED en urbanismo. La compañía evalúa además iniciativas como paneles solares y sistemas de reúso de aguas grises para zonas comunes, impulsadas por la reciente experiencia de racionamiento en Bogotá.

Desde el punto de vista financiero, Cusezar mantiene una política de priorizar la rentabilidad sobre el crecimiento acelerado. La mayor parte de las utilidades se reinvierte en adquisición de terrenos, nuevos proyectos y expansión geográfica. Aunque han explorado opciones con fondos inmobiliarios, por ahora prefieren avanzar con recursos propios y financiación bancaria tradicional.

Peláez concluye que el 2025 demostró la importancia de la coordinación entre sector público y privado. Sin habilitación de suelo, subsidios estables y procesos de licenciamiento más ágiles, el país corre el riesgo de seguir alimentando la informalidad. “Las familias seguirán necesitando vivienda. Si no generamos oferta formal, lo que crece es la informalidad, que es una de las mayores trampas de pobreza”, afirma