Brinsa inauguró una nueva refinería de sal en su planta de Cajicá (Cundinamarca). Con una inversión de $120.000 millones, la casa matriz de marcas como Refisal y Blancox apunta a duplicar su capacidad productiva y optimizar su operación en todos los frentes.
El desarrollo de esta infraestructura estuvo orientado en la modernización tecnológica y la sostenibilidad ambiental, dos elementos que se alinean con la estrategia de largo plazo de la compañía. Además, su puesta en marcha busca responder de manera oportuna a la demanda actual y proyectada del mercado.
De acuerdo con Karen Brazdys, CEO de Brinsa, «la nueva refinería no es solo una expansión de nuestra capacidad; es una declaración de nuestra convicción de que la inversión en Colombia debe ser sostenible”.
Brazdys también destacó que al transicionar a un modelo basado en energía eléctrica, cuya fuente es mayoritariamente renovable en el país, la empresa impulsa la competitividad económica a través de un ahorro de costos energéticos en el 60 %.

Entre las innovaciones que incorpora este espacio se incluye la adopción de la tecnología de Recompresión Mecánica de Vapor (MVR), la cual permite transformar el proceso productivo al reducir el consumo energético de alrededor del 90 % y de las emisiones de CO² en alrededor del 96 %.
La inversión en la refinería también abarcó la integración de tecnologías de la Industria 4.0 como la computación en la nube y sistemas avanzados de ciberseguridad. Todo ello con miras a monitorear en tiempo real variables críticas y contar con un mantenimiento predictivo.
“Esta innovación se traduce en mejoras significativas para el sector industrial al elevar los estándares de sostenibilidad ambiental, eficiencia operativa y competitividad económica”, destacó la compañía.
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