La ministra de Transporte cuestionó la reciente nota emitida por la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) sobre el espacio aéreo venezolano, al señalar que la medida “rompe la dinámica de las reglas internacionales” y responde, principalmente, a una decisión política.
Según la funcionaria, cuando los países emiten advertencias sobre riesgos en su espacio aéreo, estas deben basarse en criterios técnicos y operativos. Sin embargo, en este caso, la advertencia termina funcionando como un bloqueo, lo que va en contra de los principios del Convenio de Chicago, tratado que regula la aviación civil mundial.
“El Convenio de Chicago permite emitir advertencias técnicas para proteger a las aeronaves, pero no autoriza utilizar ese mecanismo para bloquear el espacio aéreo de otro país. Ese es el punto más importante”, afirmó la ministra.
La funcionaria advirtió que este precedente podría afectar a otras naciones en el futuro. “¿Qué pasaría si un día nos lo hacen a nosotros? Colombia tiene 1,3 millones de vuelos al año, incluidos los militares. Si nos bloquearan el espacio aéreo, la economía se paralizaría: nadie podría entrar ni salir del país. Eso no se puede permitir”, señaló.
Vuelos a Venezuela continúan, aunque con reducción
Pese a la advertencia estadounidense, los vuelos entre Colombia y Venezuela no se han detenido. Dos aerolíneas mantienen operaciones, mientras que otras dos optaron por suspenderlas temporalmente.
“Todos los días ha habido vuelos. Ayer el itinerario fue nutrido y hoy también conocemos de operaciones. Sí, ha bajado, pero no se ha detenido”, precisó la ministra.

El Gobierno hizo un llamado a las compañías aéreas para que mantengan sus rutas, argumentando que permitir que decisiones políticas vulneren la soberanía o las reglas de aviación internacional “termina afectando a todos los países”.
Consultada sobre posibles sanciones a aerolíneas, la ministra explicó que el Gobierno aún revisa el marco regulatorio, pero enfatizó que la prioridad es que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) se pronuncie sobre el caso.
“Estamos haciendo un llamado a que haya un pronunciamiento con impacto. No puede ser que se desmonten las reglas de la aviación internacional y que el mundo se quede callado”, afirmó.




