La edición más reciente de la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC), elaborada por la ANDI, señala que la actividad manufacturera del país mantiene un crecimiento leve, en medio de un entorno operativo marcado por factores externos que continúan ejerciendo presiones sobre las empresas. Entre estos factores, los bloqueos viales se consolidan como uno de los desafíos más relevantes para la operación industrial, debido a sus efectos sobre la logística, los costos y la seguridad en los procesos productivos.
De acuerdo con los resultados del informe, durante 2025 las compañías han enfrentado, en promedio, más de veinte interrupciones en la movilidad. La cifra da cuenta de la magnitud del problema y del impacto que genera en la actividad económica. La mayoría de estos bloqueos surge en el marco de protestas o solicitudes dirigidas a entidades gubernamentales, situación que deriva en retrasos, incremento de costos y alteraciones en la distribución de bienes.
Según el reporte, las demoras en las entregas y el aumento de los gastos de transporte se han convertido en los efectos más frecuentes. Además, un número significativo de empresarios reportó cancelación de pedidos y reducciones en la producción, lo que afecta directamente la competitividad del sector y limita la capacidad de cumplir con los compromisos comerciales.

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Aunque la mayoría de los bloqueos no ha escalado hacia daños materiales o situaciones violentas, algunas empresas señalaron haber presenciado episodios que comprometieron la integridad de sus activos y operaciones. Esta situación se suma a una percepción institucional desfavorable: más de la mitad de los encuestados considera que las autoridades reaccionan con lentitud y sin la eficacia necesaria para mitigar los efectos generados por estas interrupciones.
Pese a este escenario, los indicadores productivos muestran señales de recuperación moderada. Entre enero y septiembre, la producción industrial registró un crecimiento superior al 1 %, comportamiento que también se reflejó en las ventas totales y en las ventas dirigidas al mercado interno. Si bien estas variaciones representan un avance frente a los resultados del año anterior, todavía no permiten hablar de una reactivación sólida ni del retorno a los niveles que se observaron antes de 2022.
El uso de la capacidad instalada se mantiene cercano al 79 %, y la demanda por productos manufacturados presenta estabilidad, con la mayoría de los pedidos clasificados en niveles altos o normales. No obstante, persisten inquietudes sobre el entorno económico. La incertidumbre política, la volatilidad del tipo de cambio y el comportamiento de la demanda continúan siendo mencionados como los principales obstáculos para el desarrollo industrial.
El informe también examina el comportamiento de la inversión empresarial. Más de la mitad de las compañías afirma estar ejecutando o proyectando iniciativas relacionadas con modernización tecnológica, ampliación de infraestructura, automatización y renovación de equipos. Sin embargo, se identifican barreras significativas, entre ellas restricciones de flujo de caja, incertidumbre económica y desafíos tributarios, factores que han llevado a algunas organizaciones a aplazar proyectos considerados estratégicos.




