Energías renovables, electricidad, importación y transporte de gas son algunos de los puntos en los que una compañía como Promigas tiene protagonismo en el sector energético colombiano.
A comienzos de diciembre de 2025, la organización señaló que comprará todos los proyectos de energía renovable a gran escala de Zelestra, localizados no solo en Colombia, sino también en Perú y Chile.
Por ello, Juan Manuel Rojas, presidente de la compañía, habló con Valora Analitik sobre el alcance de esta transacción y los aportes que hace a la estrategia de la empresa hasta 2040. También se abordaron temas relacionados con la importación de gas y los nuevos puntos de regasificación en Buenaventura (Valle del Cauca), Coveñas (Sucre) y Ballena (La Guajira), con el propósito de abastecer el mercado colombiano.
¿De cuánto fue la compra de los proyectos de energía renovable de Zelestra?
El monto de las transacciones es confidencial hasta el cierre definitivo. Sin embargo, esta operación representa un hito en la consolidación de Promigas como un holding multienergético en Latinoamérica. Pero por temas de confidencialidad que pidió la contraparte, no podemos revelar el precio hasta cuando el negocio haya cumplido con todos los registros del cierre definitivo.

¿Cuáles son esos procesos?
Esperamos que la operación se concrete en un plazo estimado entre tres a seis meses, sujeto a la culminación de trámites que se requieren hacer ante las autoridades de competencia de Colombia y Perú, así como el cumplimiento de lo que se llaman las condiciones precedentes habituales en este tipo de transacciones.
En Colombia la transacción será presentada ante la Superintendencia de Industria y Comercio durante el trámite de modificación simple. En Perú se realizará un proceso similar, también de autorización ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual.
Por último, en Chile, Zelestra deberá obtener el certificado de costo computable ante la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria. Estos son como los requisitos habituales que se requieren.
Además de la obtención de las autorizaciones regulatorias está el cumplimiento de trámites ante las autoridades de competencia en la gestión de permisos y certificaciones requeridas y la aprobación de terceros relevantes para la operación. Por ejemplo, hay unos accionistas muy pequeños en algunos proyectos de Chile, que se requiere que autoricen. Pero el resto está todo en línea.

¿Esto le ayudaría a la compañía a entrar de lleno en la generación de energías a partir de fuentes renovables?
Es correcto, pero ya estábamos generando energía con fuentes renovables. Promigas tiene 142 megavatios en operación, de los cuales más o menos 110 megavatios son en techos de centros comerciales con energía solar fotovoltaica, y una parte importante atomizada por todo el país con distintos usuarios, más de 300 clientes.
Ahora bien, lo que esto hace es abrirnos las puertas para que Promigas, con esta adquisición, entre de inmediato y con un tamaño relevante al negocio de generación renovable a gran escala. Eso no era lo que hacíamos nosotros, lo hacíamos a pequeña escala. Con esta adquisición entramos a la generación de energía renovable a gran escala, que es la diferencia importante.
En un sector en el que se está proyectando que los usuarios generen su propia energía, ¿por qué la empresa hace esta apuesta?
Promigas tiene 7,5 millones de clientes; ellos son hogares, industrias y comercios. Hoy les estamos ofreciendo una plataforma diversificada de servicios para ayudarlos en su camino hacia la descarbonización. Estamos haciendo generación solar distribuida para hogares en Colombia. Ahora los comercios y los centros comerciales tienen la oferta de generación solar distribuida.
Lo que estamos haciendo es complementar esa oferta de servicios con un movimiento indicativo, sobre todo en grandes granjas industriales para manejar más energía y poderle ofrecer la generación a nuestros usuarios, y también la capacidad de contratación con otras fuentes.
Por ejemplo, dos PPAs (acuerdos de compraventa de energía limpia) a largo plazo, que van entre siete y 15 años en las grandes granjas solares que estamos adquiriendo, los clientes son principalmente el mercado de energía mayorista de cada país, y además de eso, grandes clientes industriales: mineras y grandes fábricas de cemento.
Ellos necesitarían demasiados paneles solares en sus instalaciones, y por eso compran al mercado mayorista. Aquí estamos complementando la oferta que teníamos de pequeña escala con gran escala para que puedan acceder a otras fuentes.

¿A dónde desean expandirse?
Con esta adquisición, logramos tres cosas que van en línea con nuestra estrategia: Nuestra energía 2040, que la habíamos anunciado al mercado hace tres años.
El primero es una diversificación geográfica, porque con esta adquisición estamos extendiendo nuestra presencia a Chile y Perú en energías renovables. Teníamos presencia en Perú con distribución de gas, pero no así con energías renovables.
Ambos mercados tienen una mejor calificación crediticia, y por lo tanto, estamos aportando resiliencia al portafolio consolidado. Entonces, tenemos la presencia en Colombia con negocios de transporte y distribución de gas, distribución de energía eléctrica, y ahora, energías renovables a gran escala.
Todos esos clientes los tenemos en negocios de financiación no bancaria, que los tenemos en Colombia y en Perú.
Entonces, el primer tema estratégico es la diversificación geográfica. El segundo tiene que ver con un crecimiento rentable en negocios no regulados, con cifras estables y predecibles. Esto tiene que ver con que la adquisición refuerza nuestra participación adquirida porque los PPA de estos proyectos que estamos comprando otorgan visibilidad de ingresos, los activos empiezan a contribuir desde el día uno y el portafolio que se adquiere es con clientes no regulados.

Mientras que buena parte de nuestro negocio de distribución de energías eléctricas, de gas, y el transporte es regulado por autoridades, como en Perú o Colombia.
El tercero tiene que ver con el desarrollo de capacidades en tecnologías bajas en carbono. Aquí tenemos capacidades en transporte, distribución y comercialización de gas y de electricidad, pero aquí estamos incorporando dos tipos de tecnologías en este proyecto: gran escala solar y de almacenamiento en batería.
¿Entonces ven el futuro en el abastecimiento a gran escala del sector industrial?
Correcto.
¿Qué es lo que está trayendo Promigas en almacenamiento de energía?
La operación lleva consigo proyectos importantes en lo que llamamos almacenamiento de energía. Estamos hablando de más de 1.000 megavatios de proyectos en almacenamiento. Ahora bien, esos proyectos están concentrados principalmente en Chile, y tienen que ver con minería.
Tenemos 189 megavatios prácticamente terminando construcción en Chile, y están 920 megavatios en desarrollo avanzado en el tema de almacenamiento.
¿Qué previsiones tiene del mercado de gas para 2026?
Lo que creo es que 2026 va a estar caracterizado por importaciones importantes de gas en el país, y lo importante es asegurar que la demanda esté atendida y que no se perjudique y se sustituya o se carbonice, que es lo que puede llegar a ocurrir cuando no se dispone de la molécula.
Me parece importante que la demanda esté atendida y que, a través de distintos proyectos de importación, garanticemos la seguridad energética del país. Lo peor que nos puede pasar es no dar la predictibilidad de la molécula a largo plazo.

¿Seguirán con el proceso normal mientras se materializan los otros proyectos de regasificación en Buenaventura, Coveñas y Ballena?
Bienvenidos todos los otros proyectos que existan, se necesitan, el país los necesita, pero mientras tanto nosotros tenemos la única regasificadora. Pero nosotros no importamos gas, solo regasificamos.
¿Quiénes son los que importan el energético a través de las redes de Promigas?
Los que importan en este momento son las empresas del grupo térmico, y la demanda que está comenzando a comprar gas y a comenzar a importarlo son las distribuidoras, por ejemplo. Están autorizadas para importar el gas. Pero en este momento los que importan son el grupo térmico.
¿Qué más puede revelar acerca de la transacción que hicieron con Zelestra?
Entramos de inmediato con la adquisición, con un tamaño relevante al negocio de generación renovable a gran escala, incorporando 1,4 gigavatios contratados bajo PPAs de largo plazo, y además un portafolio de 2,1 gigavatios de presentación de desarrollo.
Entonces ese portafolio que estamos adquiriendo va a fortalecer la estabilidad de ingresos, y mejorará el perfil crediticio al implementar nuestra exposición a países con mejor calificación crediticia que Colombia, como Chile y Perú.
Esta inversión representa un paso que es transformacional en lo que llamamos la transición energética de Promigas y su grupo de empresas, y sobre todo porque estamos aportándole a nuestros más de 7,5 millones de clientes opciones que complementan su oferta energética y les permiten ir a la transición de manera más confiable y segura.
¿Cuáles son los retos para la compañía para 2026?
Un reto importante es llevar esta transacción a feliz término una vez que transiten todos los requisitos legales y regulatorios que son comunes en estos procesos. Promigas está trabajando en que en un periodo entre tres y seis meses podamos tener el cierre.
El segundo reto va a estar asociado con asegurar la disponibilidad de la molécula de gas para nuestros clientes, y por fortuna creemos que tenemos la demanda cubierta. Creo que el tercer reto es uno de país a nivel operativo porque estamos operando, como se ha dicho, con los sistemas al límite. Cuando uno opera al límite, los riesgos siempre existen. Que fallen yacimientos, campos, alguna planta, etcétera.
Ahí se expone la demanda y por lo tanto, tener los sistemas esperando al límite es un desafío porque implica que todas las capacidades dentro de las compañías tienen que estar expuestas para asegurar la confiabilidad del sistema, y tener planes de frente a fallas.
El cuarto reto creo que tendría que ver con asegurar que no se pierda la demanda de gas en Colombia, sobre todo cuando no hay una señal de largo plazo confiable.

¿Podría decirse que, pese a que se está avanzando al límite de las operaciones, la demanda de gas que tienen ya está cubierta para 2026?
Es correcto. También, que con esta adquisición de Zelestra y sin tener en cuenta que es un portafolio de proyectos en desarrollo, Promigas pasará como holding multienergético a tener una participación relevante en el sector de generación de energía renovable en el área andina y desde todo el Cono Sur hasta Colombia, asegurando una participación de aproximadamente 3 % del mercado chileno, 26 % del mercado peruano y 9 % del mercado colombiano de energía renovable, consolidándose como la sexta plataforma más grande de la región.
También nos permite incrementar el Ebitda de ingresos no regulados de 18 % a 33 %, que es importante. Actualmente, 82 % de los ingresos de Promigas antes de impuestos y amortizaciones vienen del negocio regulado, y 18 % viene de negocios no regulados.
Con la transacción, una vez cerrada, la porción de ingresos antes de impuestos, amortizaciones y demás que llegan a Promigas en no regulados pasaría de 18 % a 33 %, que es un elemento que vemos como fundamental.
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¿Eso significa que casi la tercera parte en ingresos vendría a la generación de fuentes renovables?
Sí, así es. Es correcto. Estamos cumpliendo con nuestra estrategia, vamos a crecer en nuestra geografía y en negocios no regulados y en generación renovable, y lo estamos materializando.
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