En medio del crecimiento de la movilidad eléctrica en Colombia, cada vez más ciudadanos están optando por vehículos sostenibles y con tecnología de punta. Sin embargo, junto con esta evolución del mercado, ha surgido una práctica que preocupa a los expertos: la importación directa de vehículos eléctricos por parte de terceros sin respaldo oficial de marca.
Aunque a simple vista pueden parecer una oportunidad por precios más bajos o modelos poco comunes en el país, los riesgos pueden superar la aparente ventaja económica.
Según cifras de Andemos, los vehículos de origen chino alcanzaron en 2024 una participación del 20,2 % en las ventas totales del país, con un crecimiento superior al 40 % anual, consolidándose como el segmento con mayor dinamismo.
No obstante, en el último año se ha observado un aumento en las llamadas ‘importaciones paralelas’ o directas, realizadas fuera de la red oficial. Aunque suelen promocionarse como vehículos exclusivos o a precios llamativos, hay una serie de riesgos que pueden afectar directamente al comprador en términos de seguridad, mantenimiento, costos futuros y valor de reventa.

Los riesgos
1. Sin garantía válida en Colombia: al no estar dentro del canal oficial, estos vehículos quedan por fuera de la cobertura de garantía de la marca. Cualquier falla, defecto o problema técnico debe ser asumido completamente por el comprador.
2. Dificultad para conseguir repuestos originales: los vehículos importados por canales no autorizados suelen enfrentar serios problemas para conseguir repuestos certificados, lo que afecta tanto la seguridad como el desempeño y la vida útil del vehículo.
3. Servicios en talleres no autorizados: Sin acceso a talleres certificados por la marca, el mantenimiento queda en manos de servicios generales que no siempre tienen la formación o tecnología necesaria para intervenir un eléctrico de forma segura y adecuada.
4. Incompatibilidad tecnológica o falta de soporte en actualizaciones: Muchos eléctricos requieren software específico, calibraciones y actualizaciones constantes. Los vehículos no homologados para Colombia pueden ser incompatibles con las plataformas locales de servicio o diagnóstico.
5. Pérdida acelerada de valor de reventa: la falta de historial en talleres oficiales, la ausencia de garantía y las dudas sobre su mantenimiento generan desconfianza en el mercado de segunda mano, lo que se traduce en una desvalorización más rápida.
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“Comprar un carro nuevo es una decisión trascendental. Lo fundamental es que esa inversión tenga respaldo en el tiempo. La diferencia entre una buena experiencia y un problema sin solución está en contar con garantía oficial y un servicio posventa confiable”, señaló Juan Carlos López, gerente general de Deepal y Changan Colombia.
Además de Deepal y Changan, que cuentan con respaldo en el país y ofrecen carros eléctricos desde los $59.990.000 el Changan Lumin y $159.990.000 el Deepal S07 Max. En el país hay varias marcas como: Zeekr, BYD, JAC, KIA y Renault, que tienen variedad de precios y modelos en este segmento.




