Mercado de oficinas premium en Bogotá tendrá importante crecimiento en 2026; así le fue en 2025

La vacancia, que comenzó el año cercana al 11 %, se redujo al 9,1 % al cierre del tercer trimestre y mantiene una tendencia descendente.

Compártelo en:

El mercado de oficinas clase A en Bogotá cierra el año con un desempeño positivo, marcado por una recuperación progresiva de la ocupación, una valorización de las rentas y una demanda más estratégica por parte de los ocupantes.

Cabe mencionar que las oficinas de clase A son esos espacios que destacan por tener máxima calidad, ser modernos y prestigiosos, y que además están ubicados en zonas consideradas prime.

En ese sentido, la vacancia, que comenzó el año cercana al 11 %, se redujo al 9,1 % al cierre del tercer trimestre y mantiene una tendencia descendente.

Cushman & Wakefield mencionó que este comportamiento estuvo impulsado por una mayor preferencia por espacios prime con altos estándares técnicos, plantas eficientes y ubicaciones con conectividad robusta.

Además, la absorción fue positiva en prácticamente todos los corredores, con un protagonismo especial de superficies superiores a los 2.000 metros cuadrados. La demanda evidenció mayor madurez, enfocándose en optimizar la operación, reforzar la imagen corporativa y cumplir objetivos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de los inmuebles.

Rentas y comportamiento del mercado

Mercado de oficinas premium en Bogotá
Mercado de oficinas premium en Bogotá. Foto: cortesía Cushman & Wakefield

En materia de rentas, el segmento de oficinas premium registró una apreciación cercana al 10 % a nivel ciudad, alcanzando valores aproximados de $82.683 por metro cuadrado al mes. Este incremento respondió tanto a la reducción de espacios disponibles como al posicionamiento de edificios con especificaciones prime, especialmente aquellos de reciente entrega, que han logrado captar una mayor disposición de pago por parte de los ocupantes.

Cabe resaltar que el desempeño del mercado no fue homogéneo. Se evidenciaron contrastes relevantes entre corredores, destacándose Salitre, Noroccidente y Centro como los submercados más dinámicos y estratégicos para los usuarios corporativos. Estas zonas concentraron oferta con mejores especificaciones técnicas, áreas más eficientes y condiciones atractivas para empresas en procesos de expansión, consolidación o reposicionamiento.

Salitre mantuvo su liderazgo gracias a su accesibilidad y conexión con el aeropuerto y la red vial principal, mientras que Noroccidente y Centro mostraron una recuperación robusta apalancada en espacios modernos, buena relación costo-beneficio y una mayor actividad de negociación.

De cara a la oferta futura, Bogotá cuenta actualmente con cerca de 130.000 metros cuadrados de oficinas en construcción, de los cuales aproximadamente el 40 % ingresará al mercado el próximo año.

El perfil de los ocupantes también mostró una evolución clara. Las multinacionales continuaron liderando la absorción en corredores prime, impulsadas por políticas ESG y estándares globales que privilegian edificios certificados y ubicaciones estratégicas.

Al mismo tiempo, las empresas nacionales incrementaron su participación en operaciones de consolidación, enfocadas en optimizar costos y mejorar la experiencia laboral. Las pymes y startups ganaron mayor presencia, especialmente en esquemas flexibles y espacios listos para usar, adaptados a modelos híbridos de trabajo, dinamizando corredores como Noroccidente y Salitre.

“Las preferencias de los arrendatarios confirmaron que la ubicación sigue siendo el principal factor de decisión, pero ahora acompañada de criterios más complejos. La accesibilidad real, la cercanía a servicios y nodos de transporte, y la integración con entornos urbanos activos se consolidaron como elementos clave. La flexibilidad espacial se volvió un requisito estructural, al igual que la incorporación de amenidades orientadas al bienestar, como terrazas, zonas de descanso, duchas y cicloparqueaderos. La sostenibilidad dejó de ser un atributo adicional y pasó a convertirse en un filtro obligatorio, especialmente para compañías multinacionales”, expuso la compañía de servicios inmobiliarios.

Así las cosas, mirando hacia 2026, las tendencias que marcarán la demanda incluyen la sostenibilidad como estándar, la flexibilidad total de los espacios, la consolidación de edificios inteligentes y conectados, el fortalecimiento de centralidades urbanas más vivas y equilibradas, y una inversión cada vez más basada en el desempeño técnico y operativo de los activos. El bienestar del usuario se posiciona como eje del diseño arquitectónico, priorizando la salud, el confort y la calidad ambiental.

En este contexto, los corredores Noroccidente, Chicó, Salitre y Nogal–Andino se perfilan como los principales receptores de la demanda futura, gracias a su capacidad de renovación, conectividad sólida y proyectos con estándares técnicos superiores.