Durante la apertura del Congreso Anual de Energía, organizado por Acolgen, la presidenta del gremio, Natalia Gutiérrez, aseguró que “la seguridad energética este año está en cuidados intensivos”, dados los escenarios de estrechez entre la oferta y la demanda, el retraso de proyectos y riesgos con el pago de subsidios, entre otros factores.
De acuerdo con Gutiérrez, “hoy enfrentamos una situación estructuralmente compleja, frente a la cual Acolgen ha venido levantando alertas desde hace más de cuatro años”, como es el caso del balance entre oferta y demanda de energía eléctrica, que se ha venido estrechando sustancialmente, según la información de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) y XM, operador del mercado de energía.
En ese sentido, la líder gremial indicó que la demanda crece de forma sostenida, manteniéndose en un promedio anual de 2,6 %. Sin embargo, entre el último fenómeno de La Niña y el último fenómeno de El Niño, la demanda del sistema interconectado nacional creció un 6,4 %, y en regiones de mayor consumo energético, la costa Caribe, ha habido picos de incrementos de hasta dos cifras porcentuales.
“Con base en las proyecciones de demanda anual de la UPME y las cifras de Obligaciones de Energía en Firme publicadas por XM, se mantiene un déficit de energía firme negativo. Sin energía en firme y, si se llegan a presentar las demoras promedio en el desarrollo de proyectos, cualquier sequía intensa podría generar interrupciones del servicio”, alertó.
Durante su bienvenida, Gutiérrez dijo que “en la actualidad tenemos importantes retos, principalmente por los balances entre oferta y demanda de energía, los cuales, según cifras de la UPME y XM, nos muestran una estrechez que se agudiza y que podría bajar hasta 1,4 % en 2026, que en 2027 llegaría hasta 0,2 % y ya de cara a 2028, el déficit se ubicaría en -3,1 %. Y existen escenarios donde habría un déficit sostenido desde el año 2025-2026”.
Balance de los proyectos energéticos atrasados y pago de subsidios
Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen indicó que, a la fecha, hay aproximadamente 3.500 megas de energía “que debieron entrar en los últimos cuatro años y que no han entrado, sumado a líneas de conexión que tienen más de cinco años de atraso”.
Frente a este panorama, la líder gremial reconoció que el crecimiento de la demanda de energía es positivo porque el país se sigue electrificando, aunque consideró que “si no crecemos en estas dos infraestructuras, al tiempo que está creciendo la demanda, vamos a tener dificultades en el suministro de energía”.
Dijo también que “el año pasado tuvimos una subasta que dio unos buenos resultados, se acaba de cerrar la subasta de reconfiguración, pero de acuerdo con cifras de XM y a la curva de demanda de la UPME, todavía no alcanzamos a cerrar esa brecha entre oferta y demanda y seguimos en déficit de energía en firme”.
Ahora, frente al pago de subsidios, Gutiérrez enfatizó que “necesitamos que se paguen, pues ya se le entregaron a las personas, no son subsidios para las empresas. Es que las empresas ya le trasladaron el subsidio que le tiene que dar el Gobierno Nacional a los usuarios finales y necesitan que se les devuelva esa plata desde el Gobierno Nacional”.
En esta misma línea, el presidente de Asocodis (Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica), José Camilo Manzur a manera recuento, dijo que “el déficit de los comercializadores de energía al cierre de abril estaba en $7,6 billones, de los cuales $3,1 billones son por la falta de pagos en los subsidios, $3 billones corresponden al saldo del mecanismo conocido como la opción tarifaria, “1,2 billones a la deuda de usuarios oficiales y $300.000 millones a la diferencia que hay entre los precios en que se compra la energía en bolsa y su precio de venta”.
De esa deuda correspondiente a subsidios, de $3,1 billones al cierre de abril, unos $1,9 billones son deuda de 2024, y otros $1,2 billones de los cuatro primeros meses de 2025.