El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, afirmó recientemente que ve una alta probabilidad de que EE. UU. y China alcancen un acuerdo comercial antes de la fecha límite fijada para el 10 de noviembre, ligada al vencimiento de la tregua arancelaria vigente entre ambas potencias.
Sus declaraciones reflejan un avance en negociaciones marcadas por tensiones mutuas y llegan en un momento en que las conversaciones han estado dando una serie de giros desde que Trump anunció sus obligaciones iniciales con motivo del “día de la liberación” para los socios comerciales globales de Estados Unidos el 2 de abril.
Eso sin dejar de lado que, con la medida inicial, China habría enfrentado aranceles de hasta el 145 %, pero estos se suspendieron mientras continuaban las negociaciones. Una pausa inicial en los aranceles recíprocos debía expirar el 12 de agosto, pero Trump la extendió hasta el 10 de noviembre.
Además, una de las piezas centrales de las negociaciones recientes ha sido TikTok, cuya propiedad y operación han sido objeto de tensiones.

¿Qué implica la fecha límite de noviembre?
La tregua arancelaria pactada entre ambos países tiene como vencimiento el 10 de noviembre. Hasta ese día, se espera que ambas partes negocien los detalles finales de un posible acuerdo que alivie o modere las tarifas recíprocas, que han generado costos considerables tanto para productores como para consumidores, además de generar incertidumbre en mercados internacionales.
Bessent ha señalado que hay señales de «muy buenas conversaciones» con China y que imagina que habrá más reuniones antes de noviembre.
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Obstáculos y puntos de fricción
Aunque las declaraciones apuntan a optimismo desde Washington, persisten varios retos:
- Demandas de China: en cierto momento, la delegación china exigía compensaciones en aranceles o concesiones tecnológicas a cambio de permitir la operación de TikTok u otras liberalizaciones. Bessent afirmó que estas exigencias fueron desechadas, pero los detalles aún están en negociación.
- Seguridad nacional: EE. UU. insiste en que cualquier acuerdo debe proteger sus intereses en materia de seguridad nacional, lo cual añade complejidad a las negociaciones, especialmente en sectores tecnológicos críticos.
- Aspectos técnicos pendientes: todavía hay temas por definir, técnicos y legales, que ambas delegaciones deben resolver, lo que podría complicar la concreción del acuerdo total antes del vencimiento.
Por ahora, las señales que emite Scott Bessent sugieren que la administración estadounidense está apostando fuertemente por lograr un acuerdo comercial antes del 10 de noviembre, para evitar que la tregua bilateral expire sin resultados concretos.