América Latina lideró en entradas de flujos de capitales en agosto por mayores ingresos en acciones; otras regiones caen

Aunque los flujos de capital extranjero que llegan a los mercados emergentes creció en agosto, la mayoría fluyeron hacia la deuda.

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En agosto de 2025, los mercados emergentes atrajeron US$44.800 millones y dejaron ver un incremento moderado frente a los US$38.100 millones de julio, de acuerdo con el análisis de flujos de cartera del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).

Sin embargo, el instituto advirtió que, aunque el capital extranjero se aceleró, la mayoría de este capital fluyó hacia la deuda, alcanzando los US$41.500 millones, mientras que el apetito por acciones se desplomó a solo US$3.300 millones, el mes más débil desde la primavera.

Flujos de capitales a agosto de 2025
Fuente: IIF.

“Esto resalta cuán lejos se han adelantado las condiciones técnicas a los fundamentos, aumentando la vulnerabilidad a nuevos shocks o episodios de revaloración”, señaló el IIF, al tiempo que dijo que las cifras refleja un cambio significativo en el sentimiento hacia los mercados emergentes fuera de China.

De acuerdo con el informe, aunque las condiciones financieras globales se mantuvieron favorables, con un modesto alivio en los rendimientos de los bonos del Tesoro  de EE. UU. y la volatilidad del mercado de valores contenida, la distribución de los flujos sugiere una menor apetencia y una mayor concentración geográfica.

El impulso del gigante asiático

En primer lugar, los flujos de deuda continuaron siendo impulsados por China, que por sí sola recibió US$28.300 millones. El resto de los mercados emergentes, excluyendo al gigante asiático, captaron US$13.200 millones en entradas de deuda, una cifra que se mantiene muy por debajo de los picos observados en ciclos anteriores.

A nivel regional, Asia emergente (sin China) atrajo US$18.100 millones, América Latina US$8.900 millones, Europa emergente US$8.700 millones y la región del Medio Oriente y el Norte de África US$5.800 millones. Todos estos mercados registraron aumentos en sus flujos de deuda, beneficiándose de los altos rendimientos nominales y reales que ofrecen sus activos.

Flujos de capitales a agosto de 2025
Fuente: IIF.

Por otro lado, el total de entradas de flujos por acciones en mercados emergentes se desplomó a US$3.300 millones desde los US$16200 millones de julio.

El IIF alertó el comportamiento de las acciones en los mercados emergentes excluyendo China, donde se registraron flujos marginalmente negativos. La mayor parte de las salidas de capital fuera de China se concentraron en vehículos de inversión activos, lo que sugiere prevención frente al ruido político, especialmente en economías expuestas a shocks externos o a ciclos electorales.

La India, por ejemplo, experimentó salidas que superaron los US$1.400 millones, y se observaron ventas adicionales en Indonesia, Malasia y Tailandia. En contraste, América Latina recibió US$3.200 millones y Europa emergente sumó US$1.800 millones, manteniendo la estabilidad de julio.

Perspectivas positivas para la deuda

A pesar de la fragilidad en el mercado de acciones, las perspectivas a corto plazo siguen siendo positivas para la deuda, de acuerdo con el IIF. Se espera que la Reserva Federal de EE. UU. comience a flexibilizar su política monetaria en septiembre, lo que continuaría apoyando los flujos hacia los mercados emergentes, donde los rendimientos reales siguen siendo atractivos.

Sin embargo, el instituto habla de un equilibrio que es delicado. “Las valoraciones ya han aumentado considerablemente y el colchón de seguridad que ofrecían las condiciones técnicas podría estar erosionándose”, dice el análisis.

También señala que el riesgo político sigue siendo alto, ya que los bancos centrales locales revalúan sus propias políticas de flexibilización ante el aumento de la inflación importada. “Si los datos de crecimiento de EE. UU. sorprenden al alza o la incertidumbre fiscal se intensifica, la discriminación de los inversores entre los distintos mercados emergentes podría agudizarse”, advierte.

La conclusión es que los próximos meses serán cruciales para poner a prueba tanto la resiliencia de los mercados emergentes como la tolerancia de los inversores ante la diferenciación del mercado.