El comercio internacional ha vivido muchos altibajos este año como consecuencia de la política arancelaria iniciada por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
En ese escenario, Colombia también ha estado inmersa en situaciones internas como el intento fallido de modernización de procesos de aduana y, más recientemente, el ‘riesgo’ de una reforma tributaria que podría disparar los costos logísticos dentro del país.
Frente a este y otros temas se refirió, en entrevista con Valora Analitik, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, para quien el Gobierno Petro ha dejado muchas tareas pendientes para el sector.
¿Cuál es el balance del comercio exterior del país?
Seguimos sin hacer la tarea en materia de internacionalización. No hemos sido capaces de superar los US$50.000 millones de los años anteriores. El tamaño y la población que exporta Colombia es la mitad de los países de la región.
Entonces claramente nos falta mucho en oferta para convertirnos en un país que entre a esa economía internacional. El balance de este último año no es positivo en la medida en que hemos disminuido nuestras exportaciones por cuenta de la política minero-energética del Gobierno que castigó la exploración y la explotación de productos como carbón o petróleo.
Y es que, pese al desempeño de la agricultura, esta no alcanza a contener las pérdidas que se han tenido en esos productos del sector energético.
La manufactura se mantiene porque es posible exportar productos de valor agregado como ventanería de Barranquilla, los transformadores eléctricos de Pereira, los motores para el sistema de energía, plásticos, entre otros.
Sin embargo, insisto, lo que ha faltado es una política que articule todo esto y que exportar e importar sea mucho más fácil y eficiente.
¿Entonces hay optimismo con el próximo Gobierno?
Yo creo que sí, espero que las candidaturas permitan acelerar esta situación que tenemos hoy en día. Creo que falta una política clara para que los empresarios se animen a esos procesos de internacionalización.
Indiscutiblemente, temas como el cambio de ministros de este Gobierno -tuvimos cuatro- dificultaron la continuidad de los procesos.
¿La modernización de los procesos de aduanas también quedan como tarea inconclusa?
Sí, infortunadamente eso no se ha podido llevar a cabo. Nos lo prometieron desde el 2016 y a la fecha eso no se ha podido hacer efectivo. Ya nos están hablando de 2028 y entretanto no tenemos unos sistemas electrónicos que nos permitan digitalizar las operaciones, contar con documentos y trámites digitales.
Ni siquiera tenemos factura electrónica en temas de comercio exterior, que ese es uno de los reclamos que presentó Estados Unidos dentro de los irritantes comerciales que puso sobre la mesa frente a Colombia.
Colombia está incumpliendo el acuerdo de facilitación de comercio de la Organización Mundial del Comercio. Ese es un tema pendiente que le tocará al siguiente Gobierno ponerse al frente.
Esa modernización es esencial para combatir el contrabando, la evasión tributaria precisamente en un momento en el que el Estado requiere recursos fiscales.
Además, no se ha ejecutado el crédito de US$250 millones que se contrató en el exterior para tal fin. Entonces ahí el balance fue muy negativo.
¿Cómo la situación en la que quedamos con EE. UU. tras el arancel recíproco?
En términos generales a Colombia le fue bien, en la medida en que solo se le impuso un arancel de 10 % más. Buena parte de nuestros competidores en diferentes productos tienen aranceles mucho más altos y ahí es donde uno dice que Colombia tiene oportunidades para para ganar participación de mercado.
No se sabe cuánto tiempo van a durar estos aranceles, incluso ya hay unas demandas que señalan que su imposición fue legal, pero toca esperar a los fallos finales en octubre a ver si eso se mantiene o no. Por lo pronto creo que a Colombia le fue relativamente bien.
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El otro tema es que el 15 septiembre se va a dar la certificación de la lucha contra las drogas.
¿Mientras avanza la situación con EE. UU., Colombia debería fortalecer lazos con Europa y Asia?
Creo que Colombia debe fortalecer su relación con los países asiáticos. Esa es una tarea que tampoco hemos hecho.
Nosotros estamos mejor que otros países con un arancel base de 10 % para EE. UU., pero es indudable que esta política comercial nos tiene que llevar a una diversificación de nuestras exportaciones y mercados para no depender en grado alto de ese mercado. No se trata de no vender allá, sino de no depender de ellos.
Sin embargo, hay que entender que Europa y Asia necesitan una adaptación de producto. Es decir, hay que desarrollar productos de cara a esos mercados porque no es posible vender en Europa y Asia lo que vendemos en EE. UU. Hay que hacer adaptación de producto. Hay que desarrolla oferta exportable.
¿Cómo ven la reforma tributaria?
Nos preocupa que el Gobierno no ha hecho la tarea realmente de cómo se define el tema del gasto para poder mirar cuáles son los faltantes en materia de impuestos.
Simplemente se fijó el presupuesto de gastos y la diferencia tienen que pagarla a través de una reforma tributaria y es no es la manera de hacer esto. Eso nos llevaría a un mayor endeudamiento o a incrementar los impuestos, como lo está proponiendo, afectando los rubros fundamentales como la energía, los combustibles. Creo que por esa vía terminamos con una economía que puede ser menos competencia frente a otros países.
¿Cuál es uno de los puntos de ese documento que más afectaría al comercio exterior?
El tema de costos logísticos es un tema que nos preocupa porque la Encuesta Nacional Logística que desarrolla el Departamento Nacional de Planeación (DNP) sitúa los costos logísticos de Colombia en 17,9 %. Es decir, del precio final de un bien, 17,9 % es logística.
Eso es muy alto cuando se compara con nuestros competidores, que están por el orden de 9,5 %. En el 2021, nosotros teníamos unos costos logísticos de 12,9 %, nos propusimos a bajarlos a 9,5 % y por el contrario lo que hicimos fue subir.
A mí me preocupa eso más ahora que el Gobierno presenta una reforma en donde le pone IVA a los combustibles. Eso agrava porque impacta directamente los costos de transporte.
Cuando uno mira dentro de esos costos logísticos qué es lo más representativo están transporte y almacenamiento y si ahora el Gobierno quiere ponerle impuestos adicionales a la gasolina y a los combustibles, pues es indudable que el costo de transporte va a ser mucho mas alto en Colombia.
Entonces no tiene sentido que en la reforma tributaria presentemos esa iniciativa de gravar los combustibles porque eso impacta el transporte
Otro de los artículos fue definir un IVA para los productos importados de menos de US$200. ¿Qué opina al respecto?
Ha sido una inquietud de ver cómo se regula el canal de comercio electrónico sobre todo con EE. UU., pero primero toca reglamentar artículos del TLC (Tratado de Libre Comercio) con ese país que no se han reglamentado.
Por ejemplo, tenemos un umbral de US$200 y también hay un umbral de US$1.500. Este último debería ser reglamentado para que productos puedan llegar con certificado de origen y quieran beneficiarse del libre arancel. Si no es posible certificar el origen, pues sí deberían pagar el IVA. Asimismo, diferentes orígenes con los cuales no tenemos TLC, pues no cumplen, deberían pagar igualmente.
Pero la duda que surge es cómo vamos a reglamentar eso desde aduanas, cuál es la capacidad.
¿Qué vamos a ver en el congreso de exportadores?
Particularmente la coyuntura comercial, la política arancelaria con EE. UU. También el tema del déficit fiscal, reforma tributaria y el tema con los candidatos y sus propuestas para el sector.
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