La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) presentó recientemente un informe en el que se destaca un incremento significativo en las reservas probadas de petróleo en Colombia para el año 2024. Según el documento, la reposición de producción fue del 105 %, lo que implica que, por cada 100 barriles extraídos, se incorporaron 105 a las reservas. Este resultado indica un desempeño positivo en cuanto a la sostenibilidad de los recursos petroleros.
El informe también resalta que la relación entre reservas y producción (R/P) alcanzó los 7,2 años, superando la registrada en 2023, que fue de 7,1 años. En términos de incorporación anual de petróleo, se reportó un aumento del 30 %, lo que refuerza la mejora en la capacidad de reposición de reservas.
En cuanto al gas natural, el panorama presenta contrastes. La ANH indicó que la relación R/P mostró una variación en su tendencia, al pasar de una caída de un año en 2023 a una reducción de solo dos meses en 2024. Actualmente, esta relación se sitúa en 5,9 años. Además, la reposición de reservas alcanzó los 42 gigapiés cúbicos (Gpc), un resultado positivo frente al comportamiento del año anterior.
¿Hay mejoría en las reservas y producción de gas en Colombia?
Pese a estos indicadores, persisten dudas sobre la sostenibilidad del gas natural en el país. Sergio Cabrales, analista del sector de Minas y Energía, explicó a Valora Analitik que las reservas probadas de gas natural disminuyeron un 13 %, al pasar de 2.373 Gpc en 2023 a 2.064 Gpc en 2024. Durante ese periodo, se incorporaron solo 42 Gpc frente a una extracción de 351 Gpc, lo que representa una reducción neta de 309 Gpc.
Según Cabrales, las reservas probadas de gas natural han caído un 64 % en los últimos doce años, descendiendo desde 5.727 Gpc en 2012 hasta el nivel actual. Esta tendencia plantea serias implicaciones para el mercado energético del país.
El experto señaló que esta disminución ha comenzado a reflejarse en los precios del gas, especialmente en los nuevos contratos. Por ejemplo, el gas importado por Cartagena pasó de costar US$18,39 por millón de BTU (MBTU) en noviembre de 2024 a situarse en US$14,96/MBTU en mayo. En contraste, el gas nacional se mantiene alrededor de los US$12/MBTU, después de haber oscilado durante años entre los US$3 y US$6/MBTU.
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Cabrales resaltó que, en mayo, el precio promedio de los nuevos contratos de gas nacional fue de US$11,94/MBTU, apenas US$3 por debajo del gas importado. Esto, en su opinión, evidencia que “el gas barato en Colombia se ha agotado, tanto el de origen nacional como el importado”.
Contraste entre reservas probadas y contingentes
Para Cabrales, la reducción del 13 % en las reservas probadas (1P), junto con una reposición equivalente al 12 % del volumen extraído, no constituye un resultado positivo. Esta situación entra en contradicción con el balance general presentado por la ANH, que había resaltado algunos logros en materia de reposición de recursos.
Por su parte, Julio César Vera, presidente de Xua Energy, señaló a Valora Analitik que un aspecto positivo del informe es el aumento del 48 % en las reservas contingentes de gas. Estas crecieron de 14.121 Gpc en 2023 a 20.900 Gpc en 2024, lo que representa un incremento de 6.779 Gpc. Vera destacó que estos recursos, si se dan las condiciones adecuadas en términos contractuales, socioambientales, de seguridad física, y si el entorno fiscal e inversionista resulta favorable, podrían convertirse en reservas probadas a mediano o largo plazo.
No obstante, también advirtió sobre las implicaciones negativas de la disminución del 13 % en las reservas probadas, lo cual, en su opinión, “ratifica un escenario en el que el país continúa reduciendo de manera significativa su seguridad y soberanía energética en este recurso”. Vera resaltó que este deterioro impacta directamente a más de 38 millones de colombianos que dependen del gas como principal fuente energética.
Asimismo, mencionó que las reservas probables y posibles de gas también han disminuido en más de 600 Gpc, lo que representa una caída del 9,24 %. Esta situación complica el panorama del suministro a corto plazo y obliga al país a considerar importaciones para satisfacer una parte relevante de la demanda interna.
Vera añadió que la caída en las reservas de gas es una situación estructural que trasciende a los últimos tres gobiernos. Recordó que en 2012 Colombia alcanzó unas reservas de 5.727 Gpc, cifra que ha disminuido de manera constante hasta situarse apenas por encima de los 2.000 Gpc en 2024. En contraste, durante los primeros doce años del siglo XXI, las reservas crecieron desde los 4.225 Gpc.
En su análisis, explicó que, si bien en los últimos doce años se han reportado varios descubrimientos, la viabilidad económica de estos —considerando factores como el costo, el precio del gas y la rentabilidad de los proyectos— no ha permitido acelerar su desarrollo. Esta falta de materialización de los hallazgos ha impedido que se traduzcan en un fortalecimiento efectivo de las reservas probadas.
