En recientes semanas se anunció el desarrollo de dos importantes centros comerciales en Colombia: uno en Llanogrande (Antioquia) y otro en el norte de Cartagena (Bolívar). Aun así, hay importantes cambios en las tendencias de estos espacios que, cada vez más, van camino a convertirse en espacios para las comunidades, que lugares transaccionales.
De esa forma lo explicó Óscar Piccardo, presidente de 1POR1 Marketing Integrado, una agencia de mercadeo especializado en el acompañamiento y asesoramiento a centros comerciales. Piccardo fue uno de los exponentes que asistieron al Congreso de Propiedad Horizontal, organizado por La Longa, el gremio inmobiliario de Medellín y Antioquia.
De acuerdo con Piccardo, los cambios en las tendencias se deben entender de dos formas. Primero, en la construcción del edificio, “de todo lo que tiene que ver con la operación física”. Y segundo, “desde la gestión con las personas con las relaciones con la imagen del centro comercial y su relación con la comunidad”.
Y agregó: “los cambios que se han venido generando en la evolución de los centros comerciales tienen que ver con la forma en que fueron concebidas hace años”. Dicho cambio, planteó el experto, la transformación también tiene que ver con que habrá un paso de la construcción a la remodelación.
Sin embargo, estos cambios en las tendencias no significan un freno total en el desarrollo de nuevos proyectos.
Así se transformarán los centros comerciales
En días recientes, Francisco Martínez, presidente de Arquitectura y Concreto (una constructora enfocada en el desarrollo de este tipo de proyectos), reveló a Valora Analitik los planes que tiene la compañía al respecto.
En Llanogrande (Antioquia) está desarrollando X Oriente (aunque su nombre podría cambiar), que tendrá una inversión de unos $400.000 millones y estará listo en 2027. Y en el norte de Cartagena, construido en alianza con Viva, necesitará de unos $500.000 millones para su construcción.
“Tenemos dos apuestas de centro comerciales porque eso articula el desarrollo de la zona. El desarrollo de Llanogrande ya está cantado, pero le faltaba un gran centro comercial, de servicios y de entretenimiento. Ambos centros comerciales, tanto el de Llanogrande, como el de norte de Cartagena, con Viva, están planteados por etapas a 10, 15 o 20 años”, explicó Martínez.
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Esa idea de articular las zonas va en línea con lo que apuntó Piccardo:
“El componente de ventas sigue siendo imprescindible porque sin ingreso al centro comercial no podría dar todo lo otro. Pero, además de intentar vender, buscan resolver también una necesidad social. El consumo en alguna medida tiene que ver con un comportamiento social para satisfacer necesidades”.
Piccardo resaltó que la “industria de los centros comerciales, y su evolución en los últimos 20 años, en Colombia es notoria. La dinámica de la actividad es muy alta y lo digo tomando en consideración. En el contexto de países distintos a México y Brasil, que tienen un desarrollo de centros comerciales de altísimo nivel, en Colombia hay una performance muy alta”.
No obstante, se aventuró a lanzar una hipótesis: “estamos presenciando las últimas inauguraciones de megacentros comerciales”. Para concluir, a su juicio, los centros comerciales del futuro en Colombia serán “espacios más acotados, más comunitarios que metropolitanos”.
