El Banco Central de México incrementó este jueves en 50 puntos básicos su tasa de interés hasta el 11 %, en línea con ralentizar la espiral inflacionaria en ese país.
La entidad explicó que la decisión se tomó teniendo en cuenta que la dinámica de la inflación subyacente aún no muestra señales claras de desaceleración constante.
Recomendado: Inflación en México repuntó 7,91 % en enero de 2023: ahora expectativa por tasas de interés
“En esta ocasión es necesario repetir la magnitud del incremento en la tasa de referencia de la reunión anterior, a fin de estar en una mejor posición para hacer frente a un entorno inflacionario todavía complejo”, señaló un comunicado de la entidad.
Tras la decisión, la postura de política monetaria de México “se ajusta a la trayectoria que se requiere” para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico, explicaron.
Esta decisión fue superior a la expectativa que el mercado preveía de 25 puntos básicos en sintonía con las últimas decisiones alineadas con la Reserva Federal.
Se incrementan las expectativas de inflación para 2023
En el boletín de prensa emitido por la entidad, la Junta de Gobierno decidió revisar al alza las expectativas de inflación general y subyacente alertando una serie de retos por delante.
Así las cosas, para el primer trimestre de 2023, el Banxico espera una tasa de inflación de 7,7 %, dos puntos porcentuales más alta que la medición anterior.
Una tendencia al alza que se repite para el resto de períodos del año en curso, aunque al mismo tiempo, se observa una desaceleración.
Es decir, para el cuarto trimestre del año en curso se espera una tasa de inflación de 4,9 %, siete puntos porcentuales por encima del pronóstico de diciembre (4,2 %), pero 2,2 puntos porcentuales por debajo de la previsión del primer trimestre.
Entre los riesgos al alza que percibe la entidad están la persistencia de la inflación subyacente; presiones de los energéticos; reapertura de la economía china y la depresión cambiaria.
Entre los riesgos a la baja están: una desaceleración anticipada de la economía global; una disminución en el conflicto geopolítico en Ucrania o un mayor efecto de las medidas gubernamentales contra la carestía, entre otras.
