Standard & Poor’s realizó un análisis en el cual destaca el crecimiento y consistencia financiera de los bancos en Centroamérica, región en la que, considerando a Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá, la cartera de créditos aumentó alrededor de 5.5% en 2018 y ha sostenido este margen en los últimos 10 años.
Bajo este panorama, para 2019-2020, “esperamos que los bancos en Centroamérica continúen afrontando condiciones políticas y económicas desafiantes. Esperamos que el total de la cartera de créditos en Centroamérica crezca entre 5% y 6% en términos nominales, lo que refleja que la economía en la mayoría de estos países estará creciendo por debajo de su potencial económico”.
S&P resalta que, en los últimos 10 años, el número de instituciones financieras en Centroamérica que califican aumentó más de 30% y alrededor de 31% de los emisores que revisan son de grado de inversión, con calificación de ‘BBB-’ o más alta, todos ubicados en Panamá.
Al 27 de mayo de 2019, alrededor de 62% de las calificaciones tenían perspectiva estable, 19% con perspectiva positiva (tres bancos comerciales ubicados en Panamá) y 19% con perspectiva negativa (dos instituciones financieras propiedad del gobierno de Costa Rica y un banco ubicado en Panamá).
Esta ha sido la evolución de las entidades financieras respecto a sus calificaciones:
Sobre las proyecciones para este año y el próximo, la calificadora señala que espera un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región en torno a 3.5%-3.7 en 2019-2020, lo que es mayor que las expectativas para América Latina en conjunto (1.3%- 2.5%) en el mismo periodo, lo cual continuará potenciando el consumo y los indicadores de crédito, un mercado en el que se han expandido gradualmente bancos colombianos.
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