El gerente del Banco de la República de Colombia, Leonardo Villar, dio a conocer sus perspectivas entorno a la posibilidad de que el país cuente con una política que elabore una moneda digital de banco central.
En un primer momento, el Banco de la República aclaró que, desde 2018, viene liderando campos exploratorios para entender cómo funcionan las monedas digitales de los bancos centrales, pero que, en el corto plazo, no tiene planes para desarrollar una moneda digital.
Lo que es claro para el emisor es que un modelo de moneda digital puede generar un proceso de desintermediación.
Así mismo, puede afectar la base de depósitos de los bancos privados. “Los prestamistas tendrían que encontrar otras fuentes de financiamiento para respaldar sus préstamos con costos más altos”, aseguró Villar
Un punto importante tiene que ver con el hecho de que, dependiendo del diseño de las monedas digitales de bancos centrales, estas pueden afectar la división del trabajo entre los bancos centrales y el sector privado.
“Puede desalentar la innovación del sector privado”, añade la postura del gerente del Banco de la República de Colombia.
Ahora, de contar con un modelo de moneda digital de banco central híbrido o intermedio podrían mitigarse estos riesgos, que son mayores en un modelo directo.
Del lado de las oportunidades, estas monedas digitales tienen potencial para permitir pagos más rápidos y menores costos en las remesas. “Esto es particularmente relevante para los países emergentes, donde las remesas son considerables en relación con el PIB”, dice Villar.
Bajo este contexto, el plan del Banco de la República de Colombia para 2022-2025 incluye la evaluación de alternativas eficientes y seguras para expandir las opciones de pago transfronterizas.
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En ese sentido, el gerente del Banco de la República “ha mantenido reuniones preliminares con el Banco Central de Chile para explorar iniciativas de pagos digitales transfronterizos”.
Adicionalmente, el emisor aclara que estas monedas no se reconocen como moneda o unidad de cuenta y no tienen curso legal.
“No son una moneda extranjera, ya que no han sido reconocidas como moneda por ninguna autoridad monetaria internacional y no están respaldadas por los bancos centrales”, concluye Villar.
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