El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, invitó a 40 líderes mundiales a participar de la Cumbre de Líderes sobre el Clima que organizará su gobierno los días 22 y 23 de abril.
El encuentro internacional abordará la necesidad de una acción climática más fuerte y los beneficios económicos que ese paso puede significar para los países.
La Casa Blanca considera que esta será un hito clave de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se llevará a cabo este noviembre en Glasgow.
Además, se espera que en el marco de ese encuentro Estados Unidos anuncie su plan para bajar emisiones para 2030 como su nueva contribución al mundo, enmarcada en el Acuerdo de París.
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Biden publicó una lista de cuarenta líderes mundiales, de igual número de países, que serán invitados a este encuentro, entre los que están diversos mandatarios latinoamericanos.
El presidente demócrata, quien está por cumplir sus primeros 100 días de Gobierno, considera que esta “es una oportunidad para delinear cómo los países también contribuirán a una ambición climática más fuerte”.
Los presidentes invitados de Latinoamérica a la cumbre del clima organizada por Estados Unidos son los siguientes: Alberto Fernández, Argentina; Jair Bolsonaro, Brasil; Iván Duque Márquez, Colombia; Andrés Manuel López Obrador, México; Sebastián Piñera, Chile.
En esa selección también están los mandatarios de China, Francia, Alemania e India, además de los representantes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, además de otros jefes de Estado.
Una de las metas de Biden al llegar a la Casa Blanca fue recuperar el liderazgo internacional de Estados Unidos en asuntos climáticos y ha dado pasos para conseguirlo, como invitar a las empresas petroleras y gasíferas a vincularse a ese objetivo.
La finalidad de esta cumbre climática será sumar esfuerzos para contribuir a la reducción de emisiones en la próxima década y mantener el calentamiento global a un límite 1,5 grados centígrados.
También busca movilizar la financiación para impulsar la transición a cero, fomentar los beneficios económicos de la acción climática y conseguir un compromiso con la acción ecológica, entre otros asuntos.
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