Bogotá continúa fortaleciendo su apuesta por una movilidad más eficiente y sostenible. Las obras de la Primera LÃnea del Metro de Bogotá, que ya registran un avance del 60 %, se consolidan como uno de los proyectos más relevantes para la transformación urbana de la capital.
A la par del progreso fÃsico de la infraestructura, se promueven otras estrategias orientadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante el fortalecimiento del transporte público y la planificación territorial.
En este contexto, la Empresa Metro de Bogotá anunció recientemente la firma de un convenio de cooperación técnica con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), con el objetivo de incorporar modelos y técnicas exitosas aplicadas en el paÃs asiático.
Este acuerdo busca impulsar el Desarrollo Orientado al Transporte (DOT), una estrategia que integra el crecimiento urbano con la infraestructura de movilidad, promoviendo el uso eficiente del suelo y la articulación del transporte público con las dinámicas de la ciudad.
Uno de los componentes clave del convenio es la adaptación de experiencias japonesas relacionadas con la captura de valor del suelo. Esta técnica consiste en aprovechar el aumento del valor inmobiliario en las zonas aledañas a la infraestructura pública para financiar parte del desarrollo urbano.
La idea es que los beneficios económicos derivados de la construcción del metro y su entorno se reinviertan en la ciudad, generando un ciclo virtuoso de desarrollo.
¿Cuáles serán los beneficios de este proyecto que impactará el transporte en Bogotá?
La Empresa Metro de Bogotá señaló que el convenio permitirá gestionar proyectos relacionados con estaciones estratégicas de la LÃnea 1, especialmente las estaciones 15 y 16. Estas intervenciones buscarán integrar el entorno urbano con el sistema de transporte, promoviendo usos mixtos del suelo, mayor densidad habitacional y mejor acceso a servicios.
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Además, se contempla una estructuración normativa y financiera para el desarrollo de proyectos inmobiliarios que estarán a cargo de operadores urbanos, tanto públicos como privados. Esta articulación institucional es fundamental para garantizar la sostenibilidad de las intervenciones, asà como su coherencia con los planes de ordenamiento territorial.
Otro aspecto destacado del convenio es la transferencia de conocimientos. Como parte del proceso de cooperación, expertos japoneses dictarán cursos y capacitaciones dirigidos a profesionales colombianos, con el fin de fortalecer las capacidades técnicas en temas como planificación urbana, movilidad sostenible y gestión del suelo.