El cambio climático ya deja afectaciones a la economía de Argentina y los fenómenos derivados de este, como inundaciones y sequías, podrían costar hasta cinco puntos del Producto Interno Bruto (PIB) del país en los próximos años.
Solo las inundaciones generan pérdidas anuales entre US$500 millones y US$1.400 millones y estas podrían aumentar un 125 % debido al cambio climático.
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Desde 1980, los daños generados por ese fenómeno natural en el país alcanzan los US$22.500 millones y representan el 58 % de las pérdidas económicas desencadenas por desastres naturales entre 1966 y 2015.
Jordan Schwartz, director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, consideró que “enfrentar el cambio climático no es un desafío de largo plazo, sino una medida urgente ante el impacto fiscal, el crecimiento perdido, y los costos a los hogares más vulnerables que ya ocurren y son sustanciales”.
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La agricultura es una de las bases de la economía del país, con una importante participación de la soya, el maíz y la carne, representando el 8,7 % del PIB y el 60 % de las exportaciones del país.
Un ejemplo de la conexión de la agricultura con el crecimiento económico del país es que la sequía que se registró a en 2018 representó una caída del 2,5 % del PIB, de acuerdo con datos citados por el Banco Mundial. Ese año, durante el segundo trimestre, la producción agrícola cayó 32 % y la demanda de exportaciones descendió 8 %.
Igualmente, entre 2008 y 2009 la sequía se tradujo en pérdidas de la producción del 40 %. Por esos antecedentes, la entidad considera que el cambio climático podría resultar en una caída del PIB de hasta el 5 % a 2050 y del 10 % de los ingresos fiscales.
El cambio climático termina afectado de manera directa a los ciudadanos. En el ámbito nacional, 0,14 % de la población cayó en la pobreza por las inundaciones, y en algunas provincias como Entre Ríos ese impacto superó el 1,5 %. Justamente, esa es la población que tiene más obstáculos para recuperarse de las crisis.
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