La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), bajó levemente su pronóstico para el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia y América Latina.
En el contexto nacional, el organismo dependiente de las Naciones Unidas proyectó que Colombia redujo a 2,5 % la estimación que corresponde al (-0,1 %) de la medición anterior.
Detrás de Argentina, que tiene una proyección de 5 %; Paraguay con el 3,6 %; Perú con el 3,1 % y Uruguay a 2, 6 %.
Previsiones para América Latina y el Caribe
El balance preliminar hecho a finales de 2024 indicó que el PIB de América Latina sería de 2,2 %, sin embargo, la nueva revisión lo reduce a 2 %.
Ahora bien, en cuanto a América del Sur, el panorama mejoró, pasando de 2,3 % a 2,5 %.
Sin embargo, el caso más dramático es el de Venezuela, cuyo crecimiento era de 6,2 % para 2024 y ahora se cree que la economía caiga en -1,5 % con lo cual se reduce su expectativa anterior en 4,5 %.
América Central: leve desaceleración
Para América Central, se proyecta un crecimiento del 2,7 % en 2025, una leve disminución respecto al 2,8 % estimado para 2024. Países como Costa Rica y Guatemala mantienen tasas elevadas (3,6 % y 3,3 % respectivamente), mientras que Haití enfrenta una profunda contracción, con una caída proyectada del 2 %.
México y el Caribe: rezago en recuperación
México muestra un crecimiento modesto, de 1,5 % en 2024, y una ligera mejora a 1,7 % en 2025. El promedio combinado de América Central y México para 2025 es apenas del 1 %, lo que representa una fuerte revisión a la baja de 0,7 puntos porcentuales.
En el Caribe, aunque no se detallan todos los países en esta tabla, algunas naciones como República Dominicana y Panamá mantienen proyecciones sólidas, con crecimientos del 4,5 % y 3 % respectivamente en 2025.
El efecto Trump amenaza las economías
La organización advierte que América Latina enfrenta un entorno internacional incierto y volátil, marcado por tensiones geoeconómicas, como el aumento de aranceles por parte de Estados Unidos, que afectan directa e indirectamente las exportaciones regionales y generan mayor inestabilidad en los mercados financieros. “Estas condiciones han provocado una revisión a la baja del crecimiento global, con impactos significativos en los principales socios comerciales de la región (EE. UU., China y Europa)”.
Esto ha llevado a la Cepal a ajustar sus proyecciones para 2025, previendo una desaceleración tanto de la demanda externa como interna, con menor dinamismo en el consumo, la inversión y el comercio. Además, se anticipa un mayor desequilibrio en las cuentas externas y volatilidad cambiaria.
La Cepal subraya que, para revertir esta tendencia de bajo crecimiento sostenido en la región, se requiere una estrategia más activa de política macroeconómica y de desarrollo productivo, centrada en mejorar la calidad y cantidad de la inversión, incorporar tecnología, fomentar clústeres productivos y aprovechar el capital humano y ambiental.
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