El Ministerio de Transporte de China anunció que aplicará “tarifas especiales” a los buques con vínculos estadounidenses que atraquen en puertos chinos, como respuesta espejo al esquema de cobros que Washington empezará a exigir a naves chinas en puertos de EE. UU. el mismo día: martes 14 de octubre.
Además, la entidad indicó que las tasas se aplicarían a los buques propiedad de empresas, organizaciones, particulares y entidades estadounidenses con una participación del 25 % o más. Los buques con bandera estadounidense o fabricados en Washington también estarían sujetos a tasas.
La tasa inicial será de 400 yuanes por tonelada neta por viaje (US$56), con un tope de hasta cinco viajes al año por buque.
De acuerdo con Reuters, el cronograma oficial prevé alzas anuales hasta 2028: 640 yuanes/NT desde el 17 de abril de 2026, 880 yuanes/NT desde el 17 de abril de 2027 y 1.120 yuanes/NT a partir del 17 de abril de 2028.
“A corto plazo, esto resultará en un aumento de los costos para los consumidores estadounidenses, una disminución de las ganancias para los transportistas y una pequeña disminución en la demanda de exportaciones a Estados Unidos en ciertas categorías”, dijo Michael Hart, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China.
Por su parte, Beijing calificó los cobros de Washington como “discriminatorios”, con potencial de “dañar severamente” a la industria naviera china y “socavar” el orden comercial internacional; por eso presenta su esquema como contramedida.

¿Qué hará EE. UU. con los barcos chinos?
El plan estadounidense —que entra en vigor también el 14 de octubre— contempla US$50 por tonelada neta por viaje para buques de propiedad u operación china, con incrementos de US$30 por año hasta 2028 y límite de cinco cobros anuales por buque.
Y es que Estados Unidos sólo representa el 0,1 % de la construcción naval mundial, frente al 53,3 % de China, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
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Por ello, Washington ejecuta la medida dentro de una estrategia para revitalizar la construcción naval doméstica y contener el poder marítimo y comercial de China, tras una investigación de la USTR.
El anuncio llega en la antesala de conversaciones comerciales previstas al margen del foro APEC de finales de octubre, en las que podrían encontrarse Donald Trump y Xi Jinping. En la última semana, China también comunicó nuevas restricciones a exportaciones de tierras raras y equipos vinculados a baterías, y abrió una investigación antimonopolio en el sector tecnológico, señales de una estrategia de presión más amplia en la disputa económica con EE. UU.