Durante un encuentro convocado por la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), el agua potable, el saneamiento básico y la restauración ecológica fueron los ejes del debate.
El evento, encabezado por el presidente de la CCI, Juan Martín Caicedo, y con participación del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, sirvió como plataforma para exponer inversiones, retos técnicos y estrategias.
Caicedo mencionó que actualmente en Colombia hay 301 proyectos en ejecución relacionados con agua y saneamiento, con una inversión total cercana a los $10,33 billones.
De estos, 132 corresponden a acueducto, por un valor de $343.000 millones; 82 son de alcantarillado, por $1,4 billones; y 87 proyectos más, de agua y saneamiento básico, cuentan con una asignación de $663.000 millones.

En el caso de Bogotá, recordó que desde 2016 se han destinado más de $4 billones a la modernización y rehabilitación de redes de acueducto y alcantarillado. Además, mencionó que hay iniciativas de modernización en municipios pequeños, como Apulo (Cundinamarca), con inversiones que superan los $20.000 millones.
Por otro lado, agregó que el Sistema General de Participaciones asignó para 2024 un total de $3,9 billones exclusivamente para agua potable y saneamiento básico en el país. Finalmente, destacó el Plan Departamental de Agua y Saneamiento para la Paz, impulsado por el Gobierno nacional, que proyecta una inversión superior a los $3 billones.
PTAR Canoas: retomar la obra más estratégica para el río Bogotá
Uno de los puntos centrales vino por parte del alcalde al referirse a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas, que por años ha enfrentado trabas técnicas y jurídicas. “Asumimos la tarea de sacar adelante esta obra que consideramos la más importante en materia ambiental, no solo para Bogotá sino para América Latina”, afirmó el mandatario.
El proyecto, que permitirá tratar el 70 % de las aguas residuales de Bogotá y el 100 % de las de Soacha, superó la medida cautelar impuesta por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Ya fueron identificados los precalificados y el Gobierno Distrital espera recibir ofertas en 2025 y adjudicar el contrato en 2026 (aunque se esperaba se licitara este año).

Y aunque Galán reconoció que su administración no alcanzará a entregar la planta terminada, dijo que dejará el proceso avanzado. Pero entre los hitos concretos está la planta elevadora de Canoas, con 16 km de interconexiones, que entrará en funcionamiento en noviembre y ya alcanza un 85,57 % de ejecución.
Tibitoc y nuevas viviendas con sistemas de reutilización
Otra pieza clave del esquema de agua en Bogotá es la modernización de la planta de Tibitoc, que garantiza el suministro hasta 2058.
Con la instalación del séptimo tren de tratamiento y nueve subestaciones eléctricas, ahora tiene capacidad para tratar hasta 10,5 m³ por segundo, reduciendo la dependencia del sistema Chingaza. Esta obra implicó una inversión superior a los $440.000 millones.
De otro lado, en materia habitacional, Galán anunció que al menos 30.000 de las 75.000 viviendas nuevas que apoyará su administración contarán con sistemas de optimización y reutilización de aguas lluvias. “Es un paso importante, pero también complejo. Si no se hace bien, puede representar un riesgo para la salud pública”, advirtió.
Por eso, el gobierno distrital espera apoyo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo para ampliar esta estrategia. Un ejemplo: se contempla un sistema en el parque Simón Bolívar con capacidad de almacenar hasta 5.000 m³ de agua.
Inversiones para conservar, restaurar y prevenir
El alcalde también informó que esperan una inversión de US$92 millones del Fondo Verde para el Clima, que se destinarían a las cuencas de Chingaza, Sumapaz y los ríos Bogotá y Tunjuelo.
La meta: conservar 170.000 hectáreas y restaurar más de 10.000. «Solo el parque Chingaza tiene 78.000 hectáreas, así que estamos hablando de conservar más del doble de su extensión», explicó el alcalde.
En paralelo, Galán detalló que se está avanzando en la restauración ecológica de los cerros orientales. De las 13.000 hectáreas que los componen, su administración ya ha intervenido más de 500 y planea completar la restauración de 1.300, priorizando la eliminación de especies invasoras como pino, eucalipto y retamo espinoso. “Bogotá había avanzado tímidamente, pero en este gobierno estamos cumpliendo la meta”, afirmó.