La calificadora de riesgo Fitch Ratings dio a conocer sus perspectivas sobre el comercio minorista en América Latina, en el que pesan las condiciones macroeconómicas que atraviesan los países de la región y la competencia, principalmente desde Asia.
En primer lugar, Fitch resalta que la competencia de los minoristas asiáticos en línea se está intensificando en América del Sur, particularmente en el sector minorista no alimentario. Lo anterior “está impulsando a los minoristas locales a mejorar su servicio y mejorar la experiencia de compra en general”.
Ampliando el análisis al segmento minorista de alimentos, los formatos de descuento duro (hard discounters) y cash and carry (ventas al por mayor) “están ganando rápidamente participación de mercado a expensas de los supermercados tradicionales”.
Con esto en mente, Fitch pronostica que los márgenes Ebitdar (ingresos antes de impuestos y costos de renta) de 2025 se mantendrán estables en alrededor del 15 % para los minoristas no alimenticios y en el 8,5 % para los minoristas de alimentos.
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¿Qué observa Fitch sobre el comercio minorista en Colombia?
La calificadora anticipa un sentimiento mixto de los consumidores en América Latina en 2025, con los minoristas de Argentina y Colombia beneficiándose de la mejora de las condiciones macroeconómicas, mientras que las empresas de Brasil, Chile y Perú probablemente experimentarán un crecimiento más lento.
Además, se advirtió que las empresas siguen siendo cautelosas con el gasto de capital relacionado con la expansión, “debido a las condiciones macroeconómicas inciertas, las tasas de interés persistentemente altas en Brasil y Colombia, y el debilitamiento de la demanda de los consumidores en Brasil y México”.
En México, el riesgo de una recesión leve está pesando sobre el gasto del consumidor, especialmente entre los grupos de bajos ingresos y en las categorías discrecionales.
El informe dice también que los riesgos de refinanciamiento siguen siendo manejables, respaldados por mercados locales favorables y un creciente interés en los créditos latinoamericanos por parte de inversores internacionales.
Además, se espera que las iniciativas de reducción de costos implementadas en los últimos años continúen respaldando la rentabilidad, “incluso cuando el crecimiento de los ingresos se desacelere”.