En la presentación de resultados financieros para el segundo trimestre de 2019, Juan Luis Aristizábal, presidente de Conconcreto, analizó la actualidad de la compañía y sus perspectivas para el resto del año tras lograr uno de los hitos y objetivos más importantes como la finalización de la presa de Hidroituango.
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Aristizábal comentó que el alcance de la altura final en Hidroituango (435 metros sobre el nivel del mar) significó el logro de una de las metas más importantes, pues con ella se garantiza que no haya riesgo de desbordamiento de la presa. “La central avanza en la recuperación de casa de máquinas y todos los compromisos con EPM, diseñadores e interventores siguen para acometer los trabajos y poner la primera turbina en funcionamiento a final de 2021”, aseveró.
Así mismo, confirmó que se amplió el contrato en la obra por 12 meses y “estamos trabajando activamente para la recuperación de este proyecto importante para el país”.
La compañía comunicó que pagó compromisos financieros anticipados en junio por $49.570 millones, correspondientes a saldo de capital por pagar en diciembre de 2019 e informó que el próximo vencimiento en este rubro es en junio de 2020. “Los próximos abonos de capital son en 12 meses y hay un flujo de caja que se beneficia”, manifestó.
Entre otros logros del trimestre destacó proyectos como la portería Lógika Siberia, Contree, la entrega de la primera unidad funcional de la Vía 40 Express que conecta a Bogotá y Girardot y la viabilidad de la Doble Calzada Oriente en Antioquia.
Respecto al fondo inmobiliario Pactia, confirmó que está enfocado en el desarrollo del plan de inversiones que contempla el inicio de operaciones de tres nuevos activos en las líneas de hoteles, oficinas e industria que representan una inversión de cerca de $341.000 millones, incluido el Hotel Hilton Bogotá Corferias.
Respecto a la dinámica del bakclog, Aristizábal señaló que “es relativamente bajo respecto a años anteriores ($1,46 billones), pero obedece a las estrategias de la compañía, hay desaceleración en construcción, según indicadores de Camacol y Galería Inmobiliaria y el PIB del sector es decreciente. Conconcreto tomó la decisión de desacelerar en proyectos de vivienda y Pactia tomó la decisión de no invertir en nuevos centros comerciales y oficinas”.
Para el resto del año tendrán $495.000 millones que se ejecutarán y $282.000 millones para 2020, pero no se ha incluido la ampliación del contrato de Hidroituango.
Por ello, los actuales esfuerzos de la compañía se concentran en la recuperación del backlog e inversiones. “Los bancos dieron más plazo para responder por los pasivos financieros, por lo que hoy no hay posibilidad de exceso de recurso de caja para recompra de acciones. No hay que preocuparse por incrementos de gastos de la compañía”, agregó el directivo.
De este modo, las desinversiones en las que profundizaba la compañía ya no son una necesidad imperiosa, sino que buscan mejores precios de mercado y ve como un punto positivo el incremento de abonos de capital a sus pasivos, los cuales no tendrá que realizar hasta 2020.
“Estamos siendo agresivos comercialmente, buscando nichos de mercado, con nuestras áreas comerciales muy activas y a pesar de los nubarrones en la economía, el exceso de activos inmobiliarios no es preocupante, con excepción de los estratos altos”, dijo Aristizábal.
Conconcreto ve así que la construcción se reactivará en el ámbito de centros de distribución, oficinas y proyectos de vivienda de interés social en Colombia.
“El primer semestre es bueno, los márgenes son buenos, los gastos están bajo control y las variables son eficientes, pero necesitamos mayor volumen de operación y más contratos por lo que buscamos nichos de mercado importantes. A Colombia le faltan muchas obras de infraestructura y estaremos atentos a la evolución del mercado”, concluyó el presidente de Conconcreto.
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