El Congreso de Colombia hundió la reforma tributaria del presidente Gustavo Petro, tras varias sesiones en las comisiones económicas y luego de una votación que se realizó este martes.
Con esta decisión, los parlamentarios negaron la propuesta del Gobierno Nacional, que pretendía recaudar $16,3 billones para terminar de financiar el Presupuesto del 2026. Así las cosas, este último deberá recortarse para el próximo año.
Con nueve votos en contra y cuatro a favor, la Comisión Cuarta del Senado negó la ponencia positiva, con lo cual la iniciativa quedó automáticamente archivada.
¿Qué sigue ahora tras la caída de la reforma tributaria de Petro?
Desde el inicio del debate, la principal barrera para la reforma fue la falta de respaldo entre los congresistas, quienes reiteraron que “no había ambiente político” para aprobar nuevos impuestos.

Previo al debate final, ya se habían radicado dos ponencias negativas: una de la representante Katherine Miranda y otra firmada por diez senadores de la Comisión Tercera. No obstante, durante la semana pasada, estas fueron rechazadas por el Legislativo.
El trámite enfrentaba además fuertes presiones de tiempo. Con las comisiones económicas sesionando apenas un día a la semana y el límite del 16 de diciembre para aprobar los cuatro debates, el margen para la reforma tributaria de Petro era estrecho.
El Gobierno aún podía aspirar a sesiones extraordinarias de una o dos semanas adicionales, pero incluso ese escenario no garantizaba un cambio en las mayorías, dadas las reiteradas señales de rechazo.

Con la reforma hundida, el Gobierno deberá recurrir a alternativas para cubrir el faltante presupuestal del próximo año.
Entre las opciones se mencionan recortes al gasto, aplazamientos en la ejecución o la presentación de una nueva iniciativa con un enfoque distinto, aunque el ambiente político seguirá siendo el principal obstáculo.
El presidente Gustavo Petro no se ha pronunciado tras el hundimiento de su reforma tributaria. Eso sí, en días anteriores, dijo que, de darse este escenario, decretaría una nueva emergencia económica e incluso ha mencionado que recortaría recursos en el sector de infraestructura.




