En Colombia las personas cumplen su sueño de adquirir vivienda propia mediante créditos hipotecarios con la entidad financiera de su preferencia y las condiciones que le parezcan adecuadas.
Mediante un largo plazo van pagando ese préstamo del banco que lleva consigo tasas de interés, monto pactado desde el inicio y tiempo. En el hipotecario se suman intereses, capital y seguros y en cada cuota abonan dinero al capital.
En el país por ley los créditos hipotecarios tienen un seguro de vida y otro contra fenómenos naturales como terremotos o incendios. El primero se calcula sobre el valor del saldo y el segundo sobre el valor de la vivienda que elija.
Pero muchas personas sienten que pagan su deuda sin una reducción de años por pagar, es decir si inicialmente se pactó con el banco que el crédito queda a 20 años, y llevan pagando 7, lo sienten eterno sin beneficios.
Para reducir la deuda de su crédito hipotecario está la ley de vivienda
La Ley 2079 de 2021 mejor conocida como ley de vivienda, tiene el abono inteligente el cual sólo es válido para créditos hipotecarios, no para casos de Mi Casa Ya u otros programas que ayuden a colombianos a adquirir vivienda propia.
Este abono consiste en dirigir la plata que usted destina mensualmente a su crédito directamente a la cuota y no a los intereses, por lo que el tiempo de pago reduciría según su capacidad financiera mensual.
El abono está avalado en Colombia y su objetivo es ayudar a pagar la deuda en el menor tiempo posible, incrementando el valor de la cuota inicial.
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Por ejemplo, si usted desea vivir en Chapinero alto, en Bogotá, en un apartamento con valor de $222 millones, una cuota inicial del 30 % ($66’600.000) y 70 % financiado a una tasa del 10,58 % efectivo anual durante 20 años, el crédito hipotecario debe hacerse por $155.400.000 y la cuota fija de $1.496.000, por lo que el inmueble queda en hipoteca para garantía del banco.
Pero si desea pagarlo en 10 años, puede proponerle al banco una cuota inicial mayor y una fija de $2.100.000 para que quede la deuda saldada más rápido y su apartamento ya no esté en hipoteca al mercado.
De ese modo ya no debe pagar altas sumas en intereses, lo cual es tema de preocupación para los bancos, y para su bolsillo.