La Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido reveló este viernes que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo 0,1 % en mayo, contrario a los pronósticos de analistas que esperaban la misma cifra, pero en positivo.
La economía del país europeo volvió a presentar cifras negativas, pues en abril la caída fue de 0,3 % cuando se introdujeron subidas de impuestos nacionales y el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció los impuestos recíprocos que generaron incertidumbre en los mercados.
Esta vez, en mayo, la debilidad se concentró en la producción, con una reducción de 0,9 %, y construcción de 0,6 %; mientras que los servicios crecieron apenas un 0,1%.
Tal como indicó CNBC, estas cifras representan un duro golpe para la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, “quien ha hecho de la reactivación del crecimiento económico y la reducción del déficit presupuestario del Reino Unido sus principales objetivos”.
Reino Unido se enfrenta a dificultades económicas internas y no se espera que la expansión del 0,7 % del PIB del primer trimestre se repita en las siguientes actualizaciones trimestrales.
Contrario a esto, los economistas esperan que el crecimiento se desacelere en el resto del año en medio de un mercado laboral más débil y una continua incertidumbre económica. El Banco de Inglaterra, por su parte, pronostica un alza de apenas 1 % en 2025.
De otro lado, es importante mencionar que, en este contexto, la autoridad monetaria ha recortado las tasas de interés de 5,25 % a 4,25 % durante el último año, a un ritmo más lento que el del Banco Central Europeo, que redujo drásticamente su tipos de interés de 4 % a 2 % durante ese periodo.
El acuerdo comercial de Reino Unido con EE. UU.
Una vez comenzada la guerra comercial de Trump, Reino Unido recibió un “arancel recíproco” de 10 % a pesar de tener una relación comercial de bienes más o menos equilibrada con EE. UU. En servicios, sin embargo, el país europeo cuenta con superávit.
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Desde entonces, Gran Bretaña ha tenido una buena comunicación con el gobierno estadounidense, pues se convirtió en el primer país en alcanzar un acuerdo en medio de un entorno de tensas conversaciones con otros socios como la Unión Europea, que todavía está esperando firmar un acuerdo comercial con Washington.
Es por esto que a pesar de la tranquilidad que ofrece un acuerdo comercial con EE. UU., el Reino Unido no prevé un alza significativa de su PIB para este año.
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