El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expuso el día de ayer, 15 de marzo, la necesidad de avanzar con una Asamblea Nacional Constituyente, para respaldar sus reformas sociales.
Esta figura es un mecanismo con el que cuenta la Constitución Política de la Nación para poder reformarse. Puntualmente es respaldada por el artículo 375 que establece que se puede modificar a través de la Asamblea o mediante un referendo popular.
La Constitución de 1991 es el resultado de la última Asamblea Nacional Constituyente de este tipo que se realizó en Colombia para reformar el documento que regía en 1886.
¿Cómo se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente?
Para que esta Asamblea avance, necesita completar tres pasos en diferentes instancias.
Primero, el Senado de la República y la Cámara de Representantes deben aprobar una ley para convocar a los colombianos a elecciones.
Como todo trámite en el Congreso, luego de la aprobación allí debe pasar a sanción presidencial y, posteriormente, el presidente la debe enviar a la Corte Constitucional.
Una vez surta ese proceso, se podrá convocar en determinada fecha a la sociedad para que esta decida si aprueba o no la necesidad de la reforma a la Constitución.
Aquí, Petro debería obtener el respaldo de una tercera parte de los colombianos que conforman el censo electoral, el cual, según los datos de la Registraduría Nacional en octubre de 2023, estaba en 39 millones de personas. Es decir, el mandatario requiere 13 millones de votos para la luz verde se su iniciativa.
¿Cómo está Petro para avanzar con este objetivo?
Dicho lo anterior, para avanzar con su reforma a la Constitución (Asamblea Nacional Constituyente), el mandatario de Colombia debería contar con esas entidades en el Legislativo y el poder Judicial. No obstante, como ya se ha visto durante su periodo, Petro tiene grandes opositores a sus proyectos en ambos lugares.
Por un lado, en el Congreso no han avanzado de la forma que él esperaba las tres grandes reformas sociales: a la salud, laboral y pensional.
Estos proyectos fueron radicados en la primera legislatura de este Gobierno, exactamente en el primer semestre del 2023. Allí la reforma pensional y de la salud lograron un avance, pero la laboral no logró tener una aprobación en primer debate y fue hundida, aunque se presentó nuevamente al inicio de la segunda legislatura.
Estos tres tienen hasta el fin de la segunda parte de la legislatura, es decir, hasta el próximo 20 de junio del 2024 para ser aprobados en sus cuatro debates (reforma pensional y a la salud), pero para la laboral solo deberá tener aceptación en el primero. Si no lo logran se archivará automáticamente.
Sumado a lo anterior, es importante anotar que el mandatario tampoco tiene respaldo total en la Corte Constitucional, pues en varias ocasiones este órgano le ha tumbado sus proyectos.
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