La compañía generadora de energía, Enel-Emgesa, reveló este lunes que tuvo una utilidad neta de $719.221 millones en el primer semestre de 2020, frente a la registrada en el mismo periodo del año anterior cuando fue de $620.503 millones.
Lucio Rubio Díaz, director general de Enel en Colombia, comentó que, durante el primer semestre del año, la compañía llevó a cabo planes operativos y financieros que le permitieron posicionarse como la primera generadora de energía del país en capacidad instalada.
Además, de lograr aportar el 21,3 % de la energía requerida por el Sistema Interconectado de Colombia, en el marco de condiciones hidrológicas deficitarias registradas en el inicio del invierno 2020.
“Seguiremos comprometidos para operar de manera responsable nuestros centros de producción y gestionando la energía que demandan nuestros clientes; apoyando a las comunidades de nuestras áreas de influencia, asumiendo los retos operativos y cuidando a nuestros trabajadores bajo todas las medidas de bioseguridad requeridas por la coyuntura actual con el Covid-19”, destacó el director general de Enel en Colombia.
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Por su parte, los ingresos operacionales durante el primer semestre de este año aumentaron frente al mismo periodo de 2019, explicado por un incremento en los precios de energía en bolsa como consecuencia de los bajos aportes hidrológicos durante el inicio del invierno 2020, acompañada con una optimización del portafolio de centrales y de la gestión de sus embalses. Este indicador pasó de $1,95 billones en 2019 a $2,13 billones en 2020.
También, por la mayor prestación del servicio de Regulación Secundaria de Frecuencia (AGC) y por la gestión del riesgo de sus compromisos contractuales de energía vendida en los mercados mayoristas y clientes no regulados.
Entre tanto, la compañía además indicó que su Ebitda presentó un incremento acorde con el comportamiento de sus ingresos, contrarrestado parcialmente por el aumento en los costos por compras de energía como consecuencia de los mayores precios de bolsa registrados.
Y por el aumento en los costos y gastos de operación, explicado principalmente por gastos de personal, dados los incrementos salariales (indexados al IPC), los auxilios y los beneficios a los trabajadores. Adicionalmente, el Ebidta reflejó la donación realizada por la compañía por $1.750 millones para aportar a iniciativas de salud y alimentación durante la pandemia ocasionada por el Covid-19. Este indicador aumentó 9,5 % pasando de $1,16 billones en el primer semstre de 2019 a $1,27 billones en primer semestre de la actual vigencia.
Generación de energía
La generación de energía por parte de Enel-Emgesa disminuyó en el primer semestre de 2020 frente al mismo periodo de 2019, como resultado de la baja hidrología que conllevó a bajos niveles en los principales embalses a lo largo de todo el país y el Sistema Interconectado Nacional alcanzó los mínimos históricos en generación desde el 2016.
Inversiones
Entre tanto, la compañía expuso que incrementó el monto de inversiones en 22 % entre enero y junio de 2020.
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Al respecto, el director general de Enel en Colombia, Lucio Rubio Díaz, aseguró que “como compañía, la pandemia por el Covid-19 y el confinamiento han representado nuevos retos en nuestra forma de operar para mantener la prestación del servicio de energía, continuar con el plan de inversiones que busca mejorar la calidad y continuidad del suministro, acelerar la transformación digital para la atención de nuestros clientes y establecer facilidades de pago, enfocados al mismo tiempo en la sostenibilidad del negocio y su cadena de valor”.
El directivo aseguró que “continuaremos nuestro plan de inversiones y mantenimientos en la infraestructura eléctrica bajo rigurosos protocolos de bioseguridad, así como los proyectos y el desarrollo de nuevas tecnologías que apalancan la transición energética que vive Colombia”.
Hay que decir que Enel-Codensa viene ejecutando su plan de inversión a lo largo del 2020 para ampliar, mejorar y modernizar la infraestructura eléctrica en Bogotá y Cundinamarca, lo que, según la empresa, ha representado mejoras en los indicadores de calidad del servicio referentes a la duración de las interrupciones (Saidi) de 3,8 % respecto al mismo periodo del año anterior y la frecuencia de éstas (Saifi) de un 12,5 %.
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