Hace apenas un mes que la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) eligió su nueva Junta Directiva y en la cabeza de este, el máximo órgano del empresariado de la capital, quedó Roberto Robles, un líder y representante de los tenderos en Colombia.
En entrevista con Valora Analitik, el nuevo directivo contó cuál es el enfoque que busca liderar en la CCB y cómo busca hacer que las compañías bogotanas y de Cundinamarca tengan más cabida en el ámbito formal y en la internacionalización.
“Esta designación fue algo muy importante para mí. Estar en la cabeza de la Junta Directiva de una organización con tanta trayectoria, más de 145 años, que representa todos los comerciantes y empresarios de Bogotá y 58 municipios de Cundinamarca, es representativo porque hay mucho por hacer”, aseguró Robles.
La posibilidad de estar en esta posición -dice- es una oportunidad de empezar a trabajar con gran fuerza en lo que denomina la ‘economía popular’, es decir, en todos los negocios pequeños como tiendas de barrio, panaderías, ferreterías, entre otros.
Robles explica que estos negocios suman una cantidad muy alta y mueve la economía, “pero que cada día son menos competitivos porque como trabajan individualmente, como son negocios pequeños, no es fácil la situación que se les presenta para poder competir en el mercado. Entonces con ellos estamos vamos a trabajar el tema de asociatividad”.
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El nuevo presidente de Junta de la Cámara de Comercio de Bogotá insiste en que su gestión estará muy enfocada en el acompañamiento a propietarios de pequeños negocios que conforman el 92,6 % de la economía del país. Eso sí, sin descuidar a otras organizaciones de mayor tamaño.
“Durante todos estos años, la Cámara ha tenido un manejo de los recursos muy eficiente. La CCB es una asociación público- privada y ejerce esa obligatoriedad de manejar con mucho cuidado los dineros públicos. Hoy -con el Plan de Desarrollo que salió para este año-, el 30 % de los recursos deben ir destinados al fomento de la economía popular”, enfatizó.
La economía popular en la cima de la Cámara de Comercio de Bogotá
“Mi padre hace más o menos 60 años inició con una tiendita en Bogotá. Él venía de un pueblo de Boyacá, del campo y llegó a la ciudad y a buscar otras oportunidades. Inició con una tiendita y yo comencé a trabajar con él, al igual que mis hermanos, mientras estudiaba en el colegio”, recordó Robles.
Cuando terminó el bachillerato, decidió estudiar por la noche administración de empresas para dedicarse en el día a trabajar en una de las dos tiendas que para ese momento ya tenía su papá. Cooratiendas, la icónica marca popular conocida en muchas zonas de la capital, fue originada en esta familia.
“Él, con otras personas, formaron una cooperativa, por eso es que yo conozco tanto un tema asociativo y me gusta porque sé que es una de las soluciones. Yo fui presidente de esa cooperativa varios años”, relató el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Bajo esa figura, los tenderos compraban en conjunto para poder bajar los costos de compra de sus productos, pues entre más volumen era más económico.
“Llegamos a tener unos ocho puntos de venta, pero con la pandemia dejamos el negocio porque fue un momento muy difícil. Sin embargo, yo sigo siendo tenderlo de nacimiento”.
En 2024, para la elección de la Presidencia de la Junta de la CCB, Robles competía con Marcela Morales, la presidenta de la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan en Colombia (Adepan), otra representante de la denominada economía popular.
Precisamente, este concepto ha sido impulsado en gran medida desde el gobierno de Gustavo Petro, quien hace un año nominó a Robles y Morales para hacer parte del órgano directivo de la Cámara de Comercio de Bogotá.
“Es muy importante esa afinidad que tenemos con el Gobierno porque comenzamos a tener proyectos y creo que es importantísimo. La Cámara de Comercio, grandes empresarios y el mismo Estado están entendiendo que hay que darle apoyo a esa economía popular”, manifiesta.
Informalidad e internacionalización
Para el presidente de Junta de la Cámara de Comercio de Bogotá es importante que la entidad empiece a hacer un énfasis en la economía informal y en la internacionalización de las empresas.
Según explica, la informalidad es una situación que representa el 55 % de la economía del país y es por esto que hay que “vincularla a las formalidades porque hoy en día eso es un tema social que debemos entender y el cual tenemos que ayudar a solucionar”.
Por otro lado, dice que el asesoramiento de la entidad en temas de internacionalización y exportaciones es clave porque, por ejemplo, la venta en el exterior de productos del campo requiere especificaciones en temas de empaques, costos en soporte, etc, que suelen ser desconocidos para los pequeños empresarios y por ende “hay que acompañarlos”.
