El Covid-19 sigue vigente en el mundo y desde ya los gobiernos piensan en una amenaza latente para la estabilidad futura del planeta: las futuras pandemias. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó un plan para mejorar la preparación de su país para otras epidemias en asuntos de biodefensa.
La iniciativa incluye cinco pasos en materia científica y de salud pública trazados por la Casa Blanca. El primero consiste en transformar las defensas médicas de los estadounidenses, a través de un “arsenal” de vacunas, terapias y diagnósticos tempranos. (Ver más de Internacional).
El segundo trámite pretende robustecer el conocimiento sobre la amenaza de enfermedades infecciones, para generar alertas tempranas y monitorear la aparición de estas en tiempo real.
Un tercer objetivo es fortalecer los sistemas de salud pública del interior del país, pero también facilitar su mejora en el ámbito internacional, “para responder a las emergencias con un enfoque particular en la reducción de las inequidades y la protección de las comunidades más vulnerables”.
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El cuarto elemento consiste en crear capacidades para futuras pandemias: equipo de protección personal, reservas y cadenas de suministro, bioseguridad y cuestiones regulatorias.
Finalmente, el plan de la administración Biden pretende gestionar una “misión” que la Casa Blanca comparó con la misión Apolo para robustecer las capacidades del mundo ante las enfermedades venideras.
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En Estados Unidos se han presentado más de 39,6 millones de casos de Covid-19 y han fallecido 644.468 personas por el coronavirus, números que ubican al país como el más afectado en todo el mundo por la pandemia respiratoria, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
Los científicos han alertado sobre la incidencia de la emergencia climática y las prácticas humanas en la aparición futuras pandemias, que podrían llegar más rápido de lo esperado y aún son impredecibles.
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