Gobierno asume el 51% de la Nueva EPS: ¿mejorará o empeorará la atención a los pacientes?

El cambio reconfigura el poder dentro de la mayor aseguradora del país.

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El Gobierno de Colombia quedará con el 51 % de las acciones de la Nueva EPS, lo que en términos prácticos significa que asumirá el control mayoritario de la entidad, que hoy atiende a más de 12 millones de afiliados.

La movida, que venía negociándose desde hace varios meses, se destrabó tras los acuerdos con las cajas de compensación para ceder parte de su participación accionaria.

Según informó Caracol Radio, cajas como Colsubsidio, Cafam, Compensar, Confenalco Valle, Confenalco Antioquia y Confandi entregaron una porción de sus acciones al Gobierno de Gustavo Petro. Con ello, la Nueva EPS pasa a funcionar bajo un modelo en el que el Estado tiene participación dominante, similar al esquema de empresas mixtas como Ecopetrol.

El cambio de control vino acompañado de un remezón interno: la interventora Gloria Polanía, quien llevaba pocas semanas en el cargo, fue removida de manera inmediata. En su lugar fue designado Óscar Gálvez, funcionario que ya ha participado en otras intervenciones de EPS durante este gobierno.

¿Qué cambia para los pacientes?

Más allá del pulso accionario, la inquietud central entre los usuarios es si el cambio mejorará o no la prestación del servicio. En teoría, el control estatal implica una inyección directa de recursos y una mayor capacidad de intervención sobre las cuentas de la EPS, que sigue bajo auditoría y vigilancia especial.

Con esa combinación —mayoría accionaria e intervención— el Gobierno tendría un diagnóstico más claro del déficit y la posibilidad de girar de manera directa a hospitales, clínicas e IPS que hoy acumulan millonarias deudas en mora. Pero buena parte del éxito dependerá de la trazabilidad de los recursos y de si el sistema logra evitar que la operación se convierta en un nuevo lastre fiscal.

Sede de Nueva EPS
Foto: Nueva EPS

Otro riesgo latente que señalan los analistas es que, con el Estado como accionista dominante, la Nueva EPS termine requiriendo aportes constantes de recursos públicos cada vez que registre déficits financieros. Un esquema así tensionaría las finanzas del país y reduciría el margen presupuestal para otros sectores.