Desde este sábado 3 de junio de 2023, los colombianos están pagando, en promedio, $600 por galón de gasolina. Desde la segunda mitad de 2022, el país ha visto cómo ha habido un constante aumento del precio de la gasolina. Solo, entre mayo y junio, hubo un incremento de $1.200.
Y mientras se confirma que las alzas continuarán, el Gobierno de Gustavo Petro dice que es una medida necesaria para no desfinanciar los subsidios sociales. Además, que hace falta que se planifique la compra de gasolina importada.
Este domingo, el presidente Petro aseguró que el aumento del precio de la gasolina es una medida para “evitar que sean los más pobres, a través del presupuesto, los que paguen el subsidio de la gasolina a quienes tienen sus carros particulares”.
Los argumentos para el aumento del precio de la gasolina
Sobre la importación de gasolina, Petro aseguró que «debe planificarse la compra de gasolina importada y aprovechar que su precio baja con el petroleo. Así en este año dejará de crecer el déficit cuando se encuentre el precio interno con el internacional».
También que «el precio promedio internacional con que importamos la gasolina debe ser un dato público».
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que hay un “dilema” para pagar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que está en el corte de unos $36 billones.
“Si pagamos el FEPC del presupuesto general, tenemos que quitar recursos al gasto social en primera infancia, educación, salud y adulto mayor para la gasolina”, afirmó. Y preguntó: “¿cuál es el gasto que hay que hacer en Colombia? ¿pagar subsidio a la gasolina o para la reducción de la pobreza?”.
Y concluyó que el gobierno está ajustando el precio de la gasolina “para reducir el déficit de 2023, pero toca pagar el déficit de 2022”.
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En esa línea, el presidente Petro aseguró que el aumento del precio de la gasolina irá hasta que “los precios internos coincidan con el importado, se cierre el aumento del déficit y se pueda pagar la deuda en los meses sucesivos, disminuyendo el déficit paulatinamente”.
Añadió, además, un argumento que ya ha esgrimido en el pasado. Que, aunque hay aumento del precio de la gasolina, no lo hay para el diésel “para evitar mayor presión al alza del precio de los alimentos”.
Qué sigue
Petro aseguró que, aunque la medida del aumento del precio de la gasolina es “molesta, buscamos fórmulas para hacerlo progresivo”.
Y dijo que “una vez alcancemos el precio internacional, con un pequeño excedente para pagar la deuda generada, dejaremos flotar los precios de la gasolina con los internacionales, que parecen ir a la baja durante el fin de año y siguientes meses”.
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Es decir, según los cálculos del Gobierno de Colombia, el déficit del FPEC disminuiría cuando el precio interno esté en línea con el internacional.
Por su parte, Felipe González, director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, dijo a Valora Analitik que adelantan esfuerzos en conocer cuál es el impacto que tienen grandes consumidores de gasolina como empresas de petróleo, cementaras o acerías.
“Porque eso es parte de los subsidios que no queremos llegar. Tenemos una población objetivo en la cual estamos trabajando, junto con el Ministerio de Hacienda, para poder darle el subsidio a las personas que lo requieren”, afirmó.
Además, en esas mesas de trabajo, también se está analizando el impacto del subsidio del diésel. En la actualidad, es de un promedio de $8.000 por galón. Si se empieza a aumentar, o no, dependerá de los impactos en la inflación.
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