El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, desató una fuerte controversia al revelar lo que sería una estrategia deliberada del Gobierno para presionar la aprobación de la reforma a la salud en el Congreso: mantener a las EPS «en cuidados intensivos».
Durante una audiencia pública, el funcionario reconoció que el sistema está contra las cuerdas y la única salida para conseguir el dinero es que el Congreso respalde la reforma.
«Tenemos a las EPS en cuidados intensivos para que salga la reforma, porque en ella está planteado que hay que pagar las deudas y debe ser el Estado quien lo haga», declaró Jaramillo.
Además, aseguró que el Gobierno tiene una hoja de ruta financiera para rescatar el sistema, pero que la viabilidad de esa solución depende de la voluntad legislativa: “Si tenemos los recursos y estamos contemplando cómo sanear el sistema, entonces el Senado tendrá que decidir si quiere aprobar eso o no”.
Por otro lado, en entrevista con W Radio, Jaramillo reiteró que varias EPS intervenidas actualmente no cuentan con patrimonio ni reservas suficientes, por lo que, bajo los criterios de gobiernos anteriores, deberían ser liquidadas.
«Si las liquidamos, ¿quién pagaría la deuda? No hay patrimonio, no hay reservas ni capital. Por eso están en cuidados intensivos: para que salga la reforma», afirmó.
Según Jaramillo, el sistema de salud enfrenta deudas superiores a los $25 billones. «Si no hay reforma a la salud, no hay forma de salvar a las EPS y habrá que sentarse a discutir cómo se van a pagar esas deudas», advirtió.
También advirtió que una liquidación masiva de EPS provocaría una grave crisis en la red hospitalaria nacional: «No podemos liquidarlas porque se arruinaría la red hospitalaria», sostuvo.
Ante la pregunta de por qué no se inyecta los recursos al sistema, si se tenía el dinero, el ministro negó tener los recursos y explicó que la plata para las deudas provendría en parte de fuentes ya aprobadas por la Cámara, como los impuestos saludables.
Tras las declaraciones del ministro, el presidente Gustavo Petro respaldó a Jaramillo y defendió la necesidad de una transformación estructural del sistema de salud.
“Ni el sistema de fondos privados de pensiones, ni la intermediación financiera en salud son sostenibles. Hemos dado el salto más grande en financiación a la salud y solo bastó que el Congreso se demorara, y comenzaron a hacer agua las EPS”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
El jefe de Estado también denunció limitaciones para aumentar la inversión en salud: “¿Más recursos?: la Corte Constitucional no permitió media reforma tributaria y el Congreso se negó a aprobar la ley de financiamiento. No hay más recursos de ingresos. Buscar recursos de mayor endeudamiento sería un verdadero suicidio nacional”, agregó.
Finalmente, Petro sentenció que no existen alternativas distintas a la aprobación de la reforma para resolver la crisis del sistema.
Respuesta de las EPS
La presidenta de ACEMI, Ana María Vesga, también se pronunció frente a las declaraciones del ministro de Salud en las que reconoce una presión para sacar adelante la reforma a la salud.
Según la dirigente gremial, el sistema actual ya presenta un déficit estructural que no está siendo cubierto con los ingresos actuales.
“El sistema tampoco está recibiendo los ingresos que necesita para cubrir el déficit que viene acumulando desde hace años. La realidad es que hoy el Estado ya tiene el control de más de 29 millones de colombianos, y los resultados —tanto financieros como en términos de atención o desatención— hablan por sí solos sobre la gestión del Gobierno en estos años en materia de salud”, afirmó.
Vesga concluyó que la solución no puede limitarse únicamente a una reforma legislativa. “Es necesario un esfuerzo serio de financiación que vaya mucho más allá de lo que propone el proyecto actual”, advirtió.
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