Guatemala, Guyana y Argentina, mejores ejemplos regulatorios para transporte aéreo; Brasil el más preocupante

En Brasil se contempla la aplicación de un IVA del 26,5 % sobre los tiquetes aéreos,

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Las contradicciones regulatorias entre varios países de la región son uno de los puntos que más dificultan el dinamismo de la industria aérea, por lo que desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) hace un llamado a replicar algunos ejemplos recientes que han buscado promover el turismo.

Puntualmente, casos como el de Guatemala, Guyana y Argentina son resaltados por la agremiación, mientras que ejemplos como el de Brasil están preocupando al sector hoy.

“En Guatemala el tráfico internacional ha aumentado 45 % gracias a la ambiciosa agenda de reformas del presidente Arévalo. En Guyana, el presidente Ali ha reafirmado su compromiso de hacer de la aviación un pilar para el desarrollo nacional, con inversiones en infraestructura y reformas regulatorias, el país está abriendo la puerta a oportunidades transformadoras”, relató Peter Cerdá, vicepresidente regional de la para las Americas de la IATA.

Pero el caso más atractivo para los últimos años ha sido el de Argentina, donde -para el gremio- “el Gobierno de Javier Milei ha priorizado la liberalización y la competencia”. Allí los resultados son notables con un aumento del 26 % en la demanda de pasajeros internacionales en marzo de 2025 frente a 2024”.

Brasil: uno de los casos más preocupantes

En contraste con la anterior, genera preocupación para IATA el caso de Brasil, donde la reforma tributaria representa complejidades para la industria aérea.

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La propuesta contempla la aplicación de un IVA del 26,5 % sobre los tiquetes aéreos, lo que tendrá un impacto significativo.

Las estimaciones preliminares muestran ya que esta medida podría provocar una reducción de hasta el 30 % en la demanda de pasajeros. Esta propuesta fiscal aumentaría el costo promedio de volar dentro de Brasil de US$130 a US$160 y de US$740 a US$935 para vuelos internacionales.

“A esto se suma otro desafío, como las tasas de litigios más altas del mundo. A menudo se escucha a los responsables políticos afirmar que volar sigue siendo para los ricos”, sostiene Cerdá.

Sin embargo, agrega que los datos cuentan otra historia, pues desde 2015, las tarifas internacionales en Brasil han caído un 15,3 %, y las tarifas domésticas 14,9 %. “Las aerolíneas han hecho su parte. Ahora toca al gobierno hacer la suya, apoyar la competitividad a largo plazo del sector”.