Los flujos de cartera hacia los mercados emergentes se detuvieron en abril en los mercados emergentes, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), debido al “cambio de régimen más drástico en la política comercial en más de una década”.
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Mientras en marzo los flujos totales de no residentes registraron US$37.500 millones en entradas netas, en abril mostraron una salida neta marginal de US$200 millones, lo que el instituto calificó como una “reversión dramática”.
El más reciente informe de seguimiento de flujos de capital destaca que estos datos posicionaron a abril entre los cinco meses con la mayor desviación estándar en los flujos de acciones desde 2021, “lo que subraya la magnitud del reposicionamiento de los inversores”.
Fuente: IIF.
Según el IIF, este resultado acentúa la importancia del anuncio de tarifas del ‘Día de la Liberación’, el pasado 2 de abril, por parte de la administración Trump, que “provocó un reajuste significativo del riesgo global y un aumento brusco en la volatilidad de los flujos en los activos de mercados emergentes”.
Por regiones, Asia emergente vio salidas de US$600 millones, borrando gran parte del sólido desempeño de marzo. Europa emergente, por su parte, registró salidas netas de US$1.200 millones, reaccionando a la volatilidad externa. Finalmente, en Oriente Medio y África Norte los flujos fueron de -US$1.600 millones, afectados por la continua incertidumbre en torno a la dinámica fiscal vinculada al petróleo.
América Latina, en cambio, fue la más resiliente, atrayendo US$3.200 millones. El análisis destacó particularmente la situación en Brasil y México, que continúan beneficiándose de sus altos perfiles de tasas nominales y reales y de una percepción de relativa inmunidad a las interrupciones comerciales en el mundo.
El instituto subrayó que algunos mercados emergentes, particularmente en América Latina, parecen estar mejor protegidos del shock comercial, “beneficiándose de su limitada integración en las cadenas de suministro centradas en Asia y de marcos de políticas internas estables”.
Divergencia entre flujos de deuda y de acciones
El IIF advirtió una marcada divergencia entre las clases de activos que refleja tanto dinámicas específicas, como desarrollos macroeconómicos más amplios.
Por un lado, los flujos de deuda se mantuvieron positivos en US$9.700 millones, una cifra que se concentró “abrumadoramente” en China, que atrajo US$10.600 millones, mientras en los demás mercados emergentes se vio una fuga neta de US$900 millones, “lo que sugiere un marcado retroceso en la asunción de riesgos en general”.
Esto llevó al instituto a concluir que los mercados de deuda habían mostrado más resiliencia, a pesar de que el ritmo de las entradas de capital se desaceleró significativamente frente al primer trimestre de este año, sugiriendo que los inversores están adoptando un enfoque más cauteloso. También destacó que en países como China y Polonia la confianza de los inversores en las condiciones macroeconómicas domésticas se mantuvo intacta a pesar de los vientos en contra externos.
Fuente: IIF.
Por otra parte, los flujos de acciones registraron un declive de US$9.900 millones, con acciones fuera de China representando US$9.400 millones del total. “Estas salidas de capital en acciones fueron geográficamente generalizadas y siguieron a una ola inicial de ventas en la primera semana de abril, solo parcialmente compensadas por una fase de estabilización a mediados de mes”, explicó el IIF.
El informe atribuye el retroceso de las acciones, que vieron un rápido retiro de capital de Asia y Europa Central, a un agudo deterioro en el sentimiento de riesgo y el colapso de las estrategias de carry en monedas de mercados emergentes, mientras el comportamiento del dólar añadía presión sobre las divisas en Asia, particularmente, mostraron vieron fuertes depreciaciones.
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