La reforma tributaria del Gobierno Nacional, que en su momento el ministro de Hacienda, Germán Ávila, puso sobre la mesa bajo el nombre de ‘Pacto Fiscal’, terminó hundiéndose en las comisiones económicas del Congreso. El proyecto iba por $16,3 billones, siendo una de las iniciativas más ambiciosas del Ejecutivo. Ahora el Presupuesto para 2026 deberá ajustarse a $530,6 billones.
Para varios analistas en materia fiscal, uno de los sectores que se beneficiaron con la caída del proyecto fue la industria energética. Para ellos, había impuestos con un componente altamente lesivo para el desarrollo del sector. Por ejemplo, el impuesto al carbono, que terminaba ocasionando alzas en el gas y la electricidad, y la sobretasa al impuesto de renta, además de otros tributos para vehículos híbridos ligeros con un IVA de 19 %.
Otro de los puntos de los que se salvó la industria energética fue el impuesto especial a la extracción de hidrocarburos, medida equivalente a 1 % sobre el valor FOB (free on board) en exportaciones y sobre el valor de facturas para ventas nacionales.
“La reforma tributaria lo que traía era la sepultura del sector de hidrocarburos y de las actividades extractivas, porque tienen una tarifa de 40 %, pero lo que querían en esta reforma era elevarla hasta 50 %. Esto lo que buscaba era desestimular el sector, acabarlo. Porque además de renta, hay otros impuestos que ellos tienen que pagar: impuestos ambientales y regalías. Eso les daría un margen de utilidades casi de 0 %, porque todo se iría en impuestos en Colombia”, mencionó el exdirector de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Lisandro Junco.
Agregó que también se salvó la canasta energética, expresando que con el impuesto al carbono se incrementaban las tarifas del gas y de la gasolina.
“Al final del día, se iba a obtener menos recaudo, porque las empresas que hacen parte del sector de hidrocarburos y actividades extractivas ya no tendrían nada que hacer en Colombia, y eso iba a generar menos ingresos”, recalcó.
Por su parte, el economista jefe del Banco de Occidente, David Cubides, señaló que a todo este panorama había que sumarle la sobretasa al impuesto de renta.
¿Qué dicen los gremios?
Cuando la iniciativa seguía viva en el Congreso, el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), Frank Pearl, manifestó, que otro punto crítico era el alza del impuesto a los dividendos para sociedades extranjeras, que pasaría de 20 % a 30 %. El dirigente gremial advirtió que con este tipo de medidas el ‘government take’ para los proyectos superaría 80 %, “sacando a Colombia del mapa de la competitividad regional”.
¿Emergencia económica o más deuda?
Cubides manifestó que se ha hablado de que los dos caminos que tomaría el Gobierno serían la declaración de una emergencia económica o la adquisición de más deuda, con el propósito de adicionar al presupuesto público los recursos que no se obtendrán mediante la ley de financiamiento.
Pero la senadora Angélica Lozano, quien hace parte de las comisiones económicas, afirmó que, pese a la caída de la tributaria, este hecho no constituye un evento “sobreviniente, extraordinario o imprevisto”; por lo tanto, «el Gobierno no está habilitado para declarar la emergencia económica».
En una misiva firmada por ella, exigió al Ejecutivo respetar las decisiones que toma el Congreso y no intentar reemplazarlas por medio de “figuras extraordinarias” como el estado de emergencia.
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Lo cierto es que, pese a la victoria del ministro de Hacienda, Germán Ávila, de tramitar el Presupuesto General de la Nación en el Congreso e impedir que este se fuera por decreto, el ‘Pacto Fiscal’ anunciado el 14 de junio de 2025, con la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo, nunca vio la luz y terminó hundido en el Congreso.
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